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De pastor a tenor: Miguel Fleta

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El más importante y mejor pagado tenor de su época, nació en Albalate de Cinca, Huesca, en 1897, en una familia muy humilde, empezando a trabajar a los ocho años como pastor, situación que le impidió la escolarización.
Charo Tamayo

Pero su natural predisposición al canto, sobre todo de jotas, le animó a marchar a Barcelona a iniciar estudios de solfeo, pero no estaba preparado para ingresar en el Conservatorio, solo la insistencia de una profesora belga, Louise Pierrick, que quedó impresionada con su voz, permitió que pudiera acceder.

Louise fue su Pygmalión, aquel joven que solo sabía de labores del campo, aprendió con ella solfeo, canto, idiomas y todo lo necesario para desenvolverse en un ambiente muy distinto al de sus orígenes. En esas clases surgió también el amor y contrajeron matrimonio, del que nacieron dos hijos.

En 1919 inició en Italia una meteórica carrera,  se trasladó después a Viena, donde el verdadero éxito le llegó con la representación de “Tosca”, hasta el punto de que el propio Puccini, su autor, se desplazó allí para oírle.

En Roma, Fleta estrena “Romeo y Julieta”, y en el Teatro Real de Madrid interpreta a D. José de “Carmen”, con un gran éxito también.

Al mismo tiempo inicia su carrera discográfica, con más de 100 discos de gramófono de 78 revoluciones por minuto.

Se sucedían las giras por América, con éxitos clamorosos, incluido el Metropolitan de Nueva York, le dan su nombre a camisas y helados…

De su carácter habla la anécdota con Toscanini, ya que, ante las libertadas que Fleta se tomaba en la lectura de “La donna è mobile”, el director de orquesta le reprochó su comportamiento, a lo que el tenor le respondió: “Yo doy la cara al público, usted la espalda. Si me protestan en la Scala que sea por mi culpa y no por la de usted”. La versión de Fleta obtuvo un rotundo éxito.

Los éxitos continuaban en teatros de todo el mundo, lo que le permitió comprarse una mansión en Arturo Soria, por la entonces astronómica cifra de 110.000 pesetas.

Pero quizá el mayor éxito de su carrera fue el estreno de “Turandot”, en la Scala de Milán, en 1926, siendo el primer tenor que interpretó “Nessun Dorma”.

Los éxitos iban parejos al declive de su matrimonio con Louise, de quien se separó; pero volvió a contraer matrimonio con Carmen Mirat, de una influyente familia salmantina, de quien se enamoró cuando la vio salir de Misa, con ella tuvo cuatro hijos.

Las continuas giras, el sobreesfuerzo y una mala gestión de su agenda provocaron el deterioro vocal del tenor con poco más de 30 años, que acabó cantando zarzuelas y más tarde en cafés y plazas de toros.

Falleció prematuramente en 1938, a causa de una afección renal, dicen que mientras cantaba “Marina”, observando la bahía de La Coruña.

En Alcobendas, las “Charlas con Moraleja” del 23 de marzo, tendrán como tema la vida y obra de este tenor, te esperamos!

Rosario Tamayo/Concejal Cultura Ayuntamiento Alcobendas