Cuaderno de Nueva York, de José Hierro
Antes de empezar con el poemario de este mes, me gustaría desear la mejor de las suertes y abundancia de éxito a la revista literaria Centauros, facturada desde Huelva por Alejandro V. Bellido, José Cuevas Olmedo, e Irene Flores Romero. Ya está disponible en internet en descarga gratuita su primer número, con un foco claro en el campo poético.
Cerramos este 2022 y lo hacemos a lo grande, conmemorando el centenario del nacimiento del poeta José Hierro (1922-2002). Comenté el mes pasado en esta misma página que estuve en la Librería Literaria Hiperión y me llevé dos libros. Artes y oficios, de Jesús Munárriz y otro que es el que ocupa estas líneas: Cuaderno de Nueva York, de José Hierro.
Hay quién entra en una librería pensando qué libros llevar a casa, y hay quién entra sabiendo que, en realidad, son los libros los que le escogen a uno. En este caso, hubo emotividad añadida, ya que ambos libros se encontraban en la casa de Jesús Munárriz, y fue precisamente él quién publicó Cuaderno de Nueva York por primera vez (1998), obviamente en Ediciones Hiperión.
Según relata Manuel Llorente en El Mundo, José Hierro, aquejado ya de su enfermedad pulmonar, le comentó a Jesús Munárriz: «Tengo un libro que quiero sacar antes de que me muera y quiero que lo publiques». Ese libro era Cuaderno de Nueva York y vendió más de 20.000 ejemplares. Se convirtió en todo un acontecimiento y el poemario empezó a popularizarse. Obtuvo el Premio Cervantes, el Premio de la Crítica, y en 1999 el poeta fue elegido para ser miembro de la RAE.
En 2018 la editorial Nórdica, a instancias de la Fundación Centro de Poesía José Hierro, celebró el vigésimo aniversario de la publicación de Cuaderno de Nueva York editando una maravillosa edición ilustrada por Adolfo Serra. Y este año, para conmemorar el centenario del nacimiento del poeta, acaba de publicar Biografía y Antología de José Hierro.
¿Qué tiene este poemario para ser tan especial? ¿Por qué fue uno de los mayores éxitos de la poesía española? Es un poemario total, completo. Diverso en lo formal y en lo temático, con una intrahistoria potente, el lector encuentra crítica social, remordimientos personales, exquisitas imágenes líricas, reflexiones personales y existenciales… Su lectura mejora con el tiempo, y cuanto más veces se vuelve a él, más tesoros escondidos se descubren.
El poema más popularizado de este libro (y del propio autor) es el que se encuentra en el epílogo con un sencillo título: Vida, y una dedicatoria a su nieta, Paula Romero:
Después de todo, todo ha sido nada, / a pesar de que un día lo fue todo. / Después de nada, o después de todo / supe que todo no era más que nada.
Grito “¡Todo!”, y el eco dice “¡Nada!”. / Grito “¡Nada!”, y el eco dice “¡Todo!”. / Ahora sé que la nada lo era todo, / y todo era ceniza de la nada.
No queda nada de lo que fue nada. / (Era ilusión lo que creía todo / y que, en definitiva, era la nada.)
Qué más da que la nada fuera nada / si más nada será, después de todo, / después de tanto todo para nada.
Os deseo a todos una feliz Navidad en compañía de vuestros seres queridos y vuestros poetas preferidos.