Opinión

Crisis de liderazgo político y valores sociales

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Por Cowboy de La Mancha

América entera está sacudida por la muerte de George Floyd. La brutalidad de un idiota, metido a policía, ha provocado que miles de personas sacrifiquen el miedo al contagio por el noble ideal de exigir justicia. En las calles se mezclan nobleza y bajeza, justicia y crimen, bien y mal, mientras que la ansiada igualdad se va corrompiendo con técnicas de guerrilla urbana llevada a cabo por criminales de todas las razas que lanzan cocteles molotov y asaltan propiedades, mientras suenan las alarmas como las sirenas de guerra.

En España la alarma, por fin, deja de sonar, después de haberse convertido en cotidiana realidad. Miles de personas con los derechos y libertades básicas cortados como ningún gobierno ha hecho en la historia de la democracia. Un estado de alarma que los padres de la Constitución, en su peor escenario limitaron por quince días, pero que ha sido estirado más de tres meses hasta frenar el virus, la economía y la capacidad de respuesta de la sociedad.

Es evidente que en 2020 estamos escribiendo un cambio de era en la historia de la humanidad. Todos los cambios han nacido de crisis, de búsquedas de una libertad e igualdad que el hombre parece no encontrar. La crisis de la peste negra terminó con el poder omnímodo de la Iglesia y con el caballero medieval. América alumbró la Edad Moderna, descubrimos el nuevo mundo, que la tierra es redonda y sabores hoy tan europeizados como la patata o el tomate. Pero, el absolutismo y la falta de libertades, degeneraron en la Revolución francesa que acabó con la Edad Moderna, para desembocar en la era contemporánea de revoluciones industriales, tecnológicas, y sociales.

Esta era toca ya a su fin de la misma manera que las anteriores eras: con una crisis. Esta vez la crisis es de liderazgo político y de valores sociales. Los gobernantes del mundo, con independencia de su filiación ideológica han demostrado cobardía e ineptitud (solo salvaría a Ángela Merkel y al alcalde de Madrid, a quien esta revista tiene el orgullo de entrevistar). No culpemos a los líderes: no hay buenos políticos porque la sociedad no los genera y la sociedad no los genera porque ha perdido los valores.

Así que, de nuevo, la humanidad no encuentra lo que busca. Otra vez una crisis nos asoma a una oportunidad, a un cambio de era, y, a descubrimientos que serán todavía mayores que el invento de la luz eléctrica, del avión, del cine, del teléfono, y el internet, y quién sabe si traerán al hombre la verdad que anhela.