Cómo sobrellevar el Síndrome Postvacacional
Finalizar las vacaciones puede llevarnos a experimentar estados de tristeza, apatía e incluso irritabilidad. El verano nos llena de alegría, nos invita a fomentar las relaciones sociales, a viajar, a cambiar de lugar de residencia y a hacer planes que nos evaden del día a día. Por ello, la vuelta a la rutina, por lo general, se nos hace cuesta arriba y experimentamos el temido Síndrome postvacacional.
Para que adaptarse nuevamente a los horarios habituales no afecte a tu día a día, sigue estos consejos:
- Recupera las costumbres poco a poco: No quieras correr, la adaptación después del verano debe de ser lenta y progresiva para que no genere estrés. Intenta no volver justo antes de empezar a trabajar, mejor hazlo unos días antes para que el cambio no resulte tan brusco.
- Haz ejercicio: mantenerse activo es una forma ideal para conseguir evadir la mente de los problemas, para ponerse forma, preservar la salud y fomentar el bienestar. Es buen momento para engancharte a algún deporte.
- Dedica unos minutos al día a relajarte: Tan importante como mantener la mente ocupada es dejarla descansar, sin pensar en nada, intentando que quede “en blanco”. Hay a quienes les resulta difícil conseguirlo, para ello, ponte ropa que no te oprima el cuerpo, sitúate en una postura cómoda, en un lugar con luz tenue, sin ningún ruido que pueda distraerte, a ser posible ayúdate de aromaterapia y de música tranquila (los sonidos de la naturaleza suelen ser muy efectivos), y disfruta del momento. Hay quien prefiere darse un baño de sales o aceites esenciales para disfrutar de su tiempo de relax, otros prefieren pensar en cosas bonitas, que les transmitan calma, tranquilidad y alegría… sea como sea, la opción la eliges tú, pero el objetivo te lo marco yo: no te preocupes, ni te ocupes de nada durante un rato cada día.
- Cuida la alimentación: Haz que los productos frescos y de temporada ocupen la mayor parte de tus platos cada día. Verduras, hortalizas, frutas, legumbres, cereales no refinados, lácteos, grasas saludables y proteína magra no deben faltar en tu menú. Limita el consumo de dulces, di “no” a los ultraprocesados, no abuses de la sal, no fumes y, si bebes alcohol, hazlo con moderación.
- Descansa: Si no duermes lo suficiente, estarás más irritable, enfadado, irascible y rendirás menos. Se dice que lo ideal es dormir 7-8 horas diarias pero no te pongas una meta, hay quien necesita todo este tiempo y otros menos, lo importante es tener un sueño reparador y levantarse con sensación de haber descansado y estar preparado para afrontar la jornada.
- Haz planes divertidos: Que las vacaciones lleguen a su fin no significa que la diversión se termine, al contrario, debes planear lo que vas a hacer en tus momentos de ocio, intentando disfrutar al máximo siempre que puedas, ya sea solo, en compañía de amigos o en familia, lo importante es generar una ilusión más allá de las obligaciones.
Doctora Blanca Rodríguez Ayala. Médico y asesora nutricional
@blanca4615