ActualidadCultura y entretenimiento

Alex de la Iglesia y sus 30 monedas de acción y misterio

Compartir
La serie de HBO, dirigida por Alex De la Iglesia es una amalgama de muchos de los ingredientes que el cineasta ha utilizado a lo largo de su filmografía. Con un reparto coral y una ambientación muy oscura, De la Iglesia entrega una de las producciones más sorprendentes y destacadas de la temporada.
Por José Ignacio Vidal
José Ignacio Vidal

Es un tema recurrente el del diablo y el infierno en la filmografía de Alex De la Iglesia. Ya nos sorprendió a todos en 1995 con “El día de la bestia” -su mejor obra para servidor- con un cura que se pasaba al lado oscuro interpretado magistralmente por Alex Ángulo. En esa película también destacaba Santiago Segura como el adorador heavy del demonio que ayuda al sacerdote y en ella el director se marcaba dos escenas que forman parte ya de la historia del cine español. La estampida en plena calle Preciados de Madrid y otra en la que se quedan colgando del edificio del anuncio de Schhweppes en plena Gran Vía de Madrid los protagonistas. Así se las gasta el cineasta Vasco. Si tienes que hacer algo, hazlo a lo bestia. Pues con “30 monedas” lo ha vuelto a conseguir.

Para empezar, da el papel de cura al gran Eduard Fernández, quien para meterse en el papel del padre Vergara tuvo que adelgazar 15 kilos, aprender boxeo y darle a las pesas hasta convertirse en cemento armado. Todo ello, más la calva, el maquillaje -nariz postiza incluida- y una enorme barba le confieren un aspecto más bien fiero. Yo no me confesaría con el. A su alrededor, una Megan Montaner muy acertada en su papel y una Carmen Machi poseída. La Machi se nos está convirtiendo en una de las actrices camaleónicas por derecho propio del cine español. Y, ah, se me olvidaba, un Miguel Ángel Silvestre muy alejado del ser symbol que es. Le coloca como torpe alcalde de un pueblecito aislado y encima con gafas y un cierto tartamudeo. Genial. Hasta aquí los actores, como ven un reparto de lo más coral. Vamos ahora con la historia, que no es tampoco nada corriente. Como decíamos al principio, no se puede negar que en esta serie están muchos de los elementos reconocibles del cine de Alex De la Iglesia y su guionista de cámara Jorge Guerrica Echeverria. 

Está el coqueteo con lo paranormal, la devoción por la serie B, la comedia grotesca y el estilo afectado vistos en muchas de las películas de este dúo creativo. Pero no se equivoquen, porque lo que pasa es todo lo contrario a repetirse. Es decir, consiguen que todo parezca del todo original. De la Iglesia ya probó suerte en el serial televisivo con “Plutón BRB Nero”, de la mano de una cadena pública. Seis películas después, regresa al medio asido a la potencia de la marca HBO para proponer un relato terrorífico de largo recorrido. 

Las 30 monedas del título hacen referencia, por supuesto, a las que pusieron precio a la traición de Judas Iscariote. Una de esas piezas de plata, codiciadas por la organización religiosa que hace de fuerza antagónica en la sombra, está bajo custodia del padre Vergara, un rudo exorcista reconvertido en párroco de un pueblecito español. Todo eso y más ( el despliegue de un tejido de desconfianza entre los habitantes de la arrasada localidad, la presentación de los compañeros de viaje del cura -antes mencionados- y un encontronazo con una criatura diabólica) cabe en el primer episodio (son 8 en total). Imaginen lo que viene después, porque no para el carrusel de sorpresas. Decirles – sin desvelarles demasiado- que engendros, monstruos y otras amenazas extramuros de lo cotidiano cuentan con el apoyo de unos efectos especiales correctos siempre al tempo de la versatilidad compositiva de Roque Baños, otro de los habituales colaboradores de De la Iglesia.

La presentación visual de lo inquietante “30 monedas” opera, una vez más, en la línea del resto de obras de Alex De la Iglesia, donde a menudo se suple con inventiva y músculo artesano lo que pudiera faltar en cuanto a tecnología y medios. Si ustedes quieren hacerse un poco más de idea de “que va” la serie podrían tomar ciertas medidas de “Las brujas de Zugarramundi”, película del cineasta vasco de 2013, con un paisaje conceptual que es prólogo palmario de las referencias que se explotan en “30 monedas”. Algo curioso y que llama la atención de esta serie es que tiene cierto aroma a “Twin Peaks”, aquella serie de los 90 dirigida por David Lynch que nos dejó a todos atónitos.

Podría ser una versión ibérica y mejorada -la de David Lynch terminaba descarrilando- de aquella. “30 monedas” tiene mucho de posesiones, tiroteos, aberraciones de otros mundos… todo tiene cabida en esta producción que hila a la perfección terror, acción, intriga e incluso comedia en cada uno de sus capítulos de una hora y cuarto de duración, en un “in crescendo” constante. Una caída libre que enlaza giros demenciales con un ritmo salvaje ante la que solo se puede responder con el asombro más genuino y con la incertidumbre ante qué será lo próximo que se saquen director y guionista de la manga. Una 4eceta con muchos de los ingredientes habituales pero que consigue un sabor distinto. Difícil ¿eh? Pues aquí lo tienen.