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7NN, la televisión próxima a Vox que fichó a Toni Cantó, anuncia su cierre por “inviabilidad” del proyecto

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El canal ligado a la extrema derecha gastó más de cinco millones de euros en su primer año de vida y el pasado  martes anunció el cese definitivo de sus emisiones al borde de la quiebra.

LMN

“Había que frenar la sangría”. El Consejo de Administración de 7NN llevaba meses intentando reconducir la delicada situación económica de la entidad, sin embargo, en estos últimos días los accionistas decidieron poner punto y final y asumir la “inviabilidad” de su proyecto televisivo.

En el comunicado oficial la cúpula del canal afín a la ultraderecha exponía sin rodeos que «los excesivos gastos generados (sin la correspondiente contrapartida de ingresos)” habían abocado a 7NN a un contexto de “deterioro económico irreversible”. La televisión financiada mayoritariamente por los altos cargos de la Fundación Francisco Franco (FNFF) José Ángel y Jaime Alonso García ha estado a un paso de la quiebra.

La cadena había fundido en su primer año de vida más de cinco millones de euros. Desde el Consejo cifran en “350.000 euros el gasto mensual” que cargaba su matriz Producciones Audiovisuales Hispania, S.A.

Un dinero que, según un ejecutivo próximo al Consejo, llegaba en gran medida desde sectores chilenos vinculados al pinochetismo que intentaron participar de la construcción de un medio de masas que respaldara los valores y principios del ultracatolicismo.

Hasta el pasado mes de febrero dicho proyecto estuvo dirigido por el ex director general de Intereconomía Marcial Cuquerella. Este dato cobra especial relevancia si se tiene en cuenta que en numerosas ocasiones su figura se ha vinculado a El Yunque, una organización secreta, paramilitar y ultraconservadora a  de origen mexicano.

Y es que, dicho “fanatismo” habría perjudicado en cierto modo la gestión empresarial del medio de comunicación. En cualquier caso, cabe añadir que el empresario siempre ha negado su pertenencia a la organización.

Fortalecer el extremismo

Las fuentes conocedoras ya mencionadas explican que uno de los problemas que detectaron los hermanos Alonso fue un uso demasiado frecuente de intermediarios «afines» en los procesos de “compra de material para las oficinas, la redacción o los platós”. Una tendencia que habría estado lastrando la economía del medio en sus primeros pasos hacia la rentabilidad.

En este sentido, los ‘elegidos’ como comisionistas eran personas y empresas que compartían las inclinaciones extremistas y conservadoras de dicho grupo de forma directa o indirecta. Es decir, según las voces consultadas, “el fin era beneficiar también a otros” ‘eslabones’ de esa cadena ideológica.

La pertenencia de Cuquerella a esta estructura clandestina fue puesta en evidencia hace menos de una década gracias al testimonio de varios testigos en un juicio que reconocieron al exdirectivo de 7NN como una figura destacada en España de dicha secta. Además, varios medios de comunicación han radiografiado en distintas ocasiones el accionariado y la cúpula directiva del canal para exponer cuáles eran las influencias y los inversores de la televisión.

En cualquier caso, en los “excesivos gastos” descritos también se haría referencia a una exagerada contratación de personal, que en varios casos se ha atribuido a un objetivo similar al anterior. Fuentes del Consejo de Administración comentaron que lo coherente y apropiado en un negocio es “contratar a los mejores” y “no solo a gente que piensa igual que tú”. Una frase que venía a explicar entre líneas este mecanismo de favores.

Es por ello que desde febrero la cadena se encontraba inmersa en una profunda «limpieza» de directivos de primera línea y exceso de gasto bajo las órdenes de Marcos de Quinto y el nuevo director general y exsocio de Cuquerella, Fernando Quintela y también estaba el periodista Luis Losada.

En el comunicado de cese de 7NN la cúpula alude al equipo directivo inicial y dice sobre este que “estuvo enfocado en intentar desarrollar un buen producto televisivo y no tanto en construir un modelo de negocio sostenible (…) Algo que habría provocado que el nivel de gastos mensuales de la cadena se disparase, sin guardar lógica alguna con los exiguos ingresos que se generaban”.

Sea como fuere la nueva televisión pondrá el próximo sábado fin a su actividad y los tres accionistas han confesado “haber perdido en estos dos años todo el capital que aportaron en ella”: «Certificada la inviabilidad del proyecto, tal y como había sido concebido por la anterior gerencia, solo cabía una dura pero profesional decisión: proceder al cierre ordenado del proyecto».

El proyecto también saltó a los medios en septiembre de 2022 por el fichaje de Toni Cantó cuando abandonó su puesto como director general de la Oficina del Español.