ActualidadOpinión

Un país sin niños, pero con mascotas

Compartir
Llevo ya algunos años viendo, y he de confesar que un tanto sorprendido, como progresivamente los animales de compañía o mascotas van adquiriendo un peso y una relevancia en nuestra sociedad cada vez más preponderante.
La Nueva Anormalidad

Cuando hace ya bastantes años iba andando por la calle y me topé por primera vez con una peluquería exclusivamente para perros, que para más inri en su letrero lucía flamantemente el término “Perruquería”, me quedé atónito. Y ojiplático, cuando poco tiempo más tarde me tocó acompañar a un buen amigo a una tienda de ropa exclusivamente para perros y gatos ya que tenía que comprarle un abrigo a su perro porque que se acercaba el invierno.

No se me caen los anillos al reconocer que en su momento estaba convencido de que este “boom” por las mascotas se trataba de una moda pasajera y forzada que, como muchas otras, acabaría cayéndose por su propio peso y que todo el negocio que se estaba generando en torno al mundo de los animales de compañía, y que yo percibía como artificial y ficticio, acabaría por derrumbarse. De esto hace ya más de 20 años, y lejos de diluirse como un azucarillo, a lo largo de todo este tiempo, la trascendencia que han conseguido alcanzar las mascotas en nuestro país podemos calificarla, sin temor a equivocarnos, como bestial, nunca mejor dicho.

Repasando las cifras de mascotas en España, me froto los ojos, estupefacto, al comprobar que según la ANFACC (Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía) hay más de 29 millones de mascotas en nuestro país, siendo el perro con más de 9 millones el animal de compañía favorito, seguido de cerca por el pez con casi 8 millones, y por el gato que casi alcanza los 6 millones. El Covid-19 y los efectos de la Pandemia, lejos de reducir estas elevadas cifras, como así ha ocurrido en gran parte de los sectores de negocio exceptuando los sanitarios y los de primera necesidad, los han impulsado de forma espectacular. Así, el crecimiento del número de mascotas en los hogares españoles teniendo en cuenta los datos entre 2019 y 2022, ha sido nada más y nada menos que del 40%. Datos absolutamente incontestables que hablan por sí mismos de la importancia que tienen los animales de compañía en España.

Y en paralelo al vertiginoso ascenso de los animales de compañía en los hogares españoles, los datos de natalidad en España en los últimos años se desploman. Tal es así, que en 2021 el número de nacimientos alcanzó su mínimo histórico en nuestro país, con un total de 337.380 nacimientos, manteniendo la tendencia negativa iniciada en 2008, por la cual la natalidad en España pierde aproximadamente 10 puntos porcentuales anualmente desde entonces. Teniendo en cuenta estas realidades contrapuestas, a nadie le debería extrañar que actualmente el número de perros en los hogares españoles doble al número de niños de entre 0 y 10 años. Sí, han leído bien: 9 y pico millones de perros por 4,2 millones de niños… Y sí, no he querido hacer la comparativa entre el total de mascotas y el número de niños porque las cifras son tan abrumadoras y desesperanzadoras que no he encontrado el valor para hacerlo.

Vaya por delante que a mí lo que realmente me preocupa son los escandalosos datos relativos a la natalidad y al número de niños que actualmente tenemos en España. Que el número de animales de compañía se esté disparando y que más de la mitad de hogares españoles tenga una mascota, me parece estupendo, aunque desde mi experiencia personal, bastante paradójico. Me explico. Desde que era pequeño, siempre he pensado que lejos de los pueblos y del campo, en las grandes ciudades, éramos los niños pequeños y por lo tanto los hijos, los que dábamos la tabarra a nuestros padres para que nos regalasen un cachorrito, un gatito o un hámster. Yo de hecho crecí con perro, gato, cobaya, hámster, periquito, etc. y siempre éramos mis hermanos y yo los que de tanto taladrar a nuestra madre, acabábamos por conseguir llevarnos el gato al agua, es decir la mascota de turno, a pesar de las reticencias iniciales de nuestros padres.

Pero si como hemos visto la natalidad en España lleva años desmoronándose, al punto que según datos de Eurostat nuestro país es el que presenta la segunda menor tasa de fertilidad entre los estados miembros de la Unión Europea, con 7,1 nacimientos por cada mil habitantes en 2021, queda claro que el brutal incremento del número de mascotas está motivado y protagonizado por personas adultas. Dicho de otra forma, cada vez hay más hogares españoles que deciden adoptar o comprar una mascota, antes de tener un hijo. Llegados a este punto, en mi opinión la gran pregunta que hay que hacerse es la siguiente: ¿Anteponemos tener una mascota a tener un hijo porque queremos, o porque realmente no podemos elegir?

Los datos, nuevamente, se muestran del todo elocuentes para responder a esta cuestión. En una sociedad capitalista como la actual, regida de forma impenitente por el poderoso caballero don dinero, el gasto mensual que supone el cuidado de una mascota apenas supera los 100 euros, mientras que el último estudio elaborado por la ONG Save The Children estima que el coste medio de criar a un hijo se sitúa en torno a los 700 euros mensuales. Y si a esta notabilísima diferencia económica le sumamos el tiempo, o mejor dicho la falta del mismo para poder conciliar la vida laboral con la familiar, podemos concluir, sin temor a equivocarnos, que si cada vez hay más mascotas que niños en España es porque económicamente, parece que no nos queda otra.

Visto lo visto, quiero terminar este artículo con una última pregunta. Teniendo en cuenta esta descorazonadora situación ¿Qué queremos hacer? ¿Aceptar, mirar a otro lado y resignarnos hasta que en un futuro no muy lejano el nacimiento de un niño sea un acontecimiento extraordinario, o le damos la importancia que tiene y exigimos a nuestros políticos, sean del color que sean, que se tomen de una vez en serio esta problemática que se demuestra tan trascendental para nuestro futuro?  Como siempre, será un placer leer tus respuestas e impresiones si es que consideras oportuno compartirlas conmigo.

Firmado: EL SALMÓN NOCTURNO

salmonnocturno@gmail.com