‘Un marinero en la guerra’, la miniserie bélica noruega que arrasa en Netflix
Esta interesante serie noruega añade un factor más a las películas bélicas: la tristeza de quienes se ven involucrados en la contienda sin comerlo ni beberlo.
BettyGS
Son tres capítulos de 50 minutos cada uno. Después se supo que en realidad era un largometraje de dos horas y media con el que el Gobierno noruego pretendía competir por el Oscar a la mejor película extranjera. No pudo ser y se reconvirtió en una serie corta.
Desde su desembarco el pasado mes de abril, la miniserie noruega no ha dejado de alcanzar a nuevos espectadores. La apuesta de la plataforma por las producciones bélicas reafirma el triunfo de las ficciones históricas basadas en hechos reales en el streaming, que ahora recoge uno de los capítulos más aciagos de Noruega durante la Segunda Guerra Mundial.
‘Un marinero en la guerra’ hace seguimiento a la historia de Freddy (Kristoffer Joner)y y Wally (Pål Sverre Hagen), dos marinos mercantes que trabajan en un barco noruego y luchan por sobrevivir cuando el estallido de la Segunda Guerra Mundial los pilla por sorpresa.
Dirigida por Gunnar Vikene (Zona fronteriza, Ran), el cineasta nórdico también era el encargado de escribir el libreto del filme para lo que se inspiraba en las hechos verídicos de la contienda y ficcionaba a los personajes.
Ambientada entre los años 40 y los 70, la mayor parte del filme centra la acción en la ciudad de Bergen y el bombardeo del distrito de Laksevåg y la escuela Holen, en el que murieron 193 personas, siendo 61 de ellas niños. Una de las mayores matanzas de civiles en Europa.
Su historia real
Inicialmente, los gobiernos noruego y británico llegaron a un acuerdo para frenar la expansión de las tropas de Hitler, causando que todas las embarcaciones se transformaran en miembros inesperados del ejército para transportar recursos entre los aliados y luchar contra aquellos barcos enemigos que se encontraran. La invasión de Noruega en 1940 terminó por transformar a los civiles marinos en reclutas de suma relevancia para recuperar el territorio perdido.
Así, más de 1.000 barcos civiles se unieron durante la Segunda Guerra Mundial al personal militar por la denominada Misión Comercial y Marítima de Noruega, presentando batalla contra la flota nazi.
El epílogo de la miniserie ya es una declaración de intereses para recordar a aquellas personas que fueron olvidadas demasiado pronto. «30.000 noruegos para los aliados en la flota mercante noruega. Entre ellos había 4.000 niños y más de 100 mujeres. La mitad de los barcos mercantes noruegos se perdieron. Uno de cada nueve marineros murió. Muchos más resultaron heridos y traumatizados», señalan los rótulos iniciales.
Concebido inicialmente como un largometraje estrenado en el circuito de festivales de cine, su éxito hizo posible que Netflix adquiriera los derechos de distribución y lo convirtiera en una miniserie de éxito. Una forma de seguir los pasos de la exitosa película alemana ‘Sin novedad en el frente’, que lograba recientemente cuatro premios Oscar para Netflix.