Tu perro puede ser más feliz si haces cosas que le van a producir un efecto positivo
A la hora de educar a un perro hay que tener en cuenta un buen número de variables. Afortunadamente, es posible reorientar su comportamiento siguiendo una serie de trucos sencillos, que puedes poner en práctica.
LMN
Dale una alimentación adecuada
Una mala alimentación puede influir en el comportamiento de un perro. De esta manera, los ladridos excesivos y otros problemas pueden solucionarse simplemente con una correcta alimentación.
Estimulale con el suficiente ejercicio físico
Es posible que no se porte bien porque no está realizando el suficiente ejercicio y necesita desfogar más. Son momentos fundamentales para tu mascota y debes fomentarlos.
No olvides las recompensas
Los refuerzos positivos pueden ser muy útiles para modificar el comportamiento de los perros. Cuando se porte bien, puedes darle una chuchería.
Haz algo cuando salte a las visitas
Puede que le salga solo, simplemente se entusiasma y salta a las visitas, aunque puede no resultar agradable para la persona que lo recibe. En estos casos, puedes ignorarle o ponerle la correa para que identifique que eso no está bien.
Frena los juegos violentos
Es un momento importante para parar comportamientos bruscos. Cuando así ocurra sé firme, aunque sin gritar ni ponerte tú mismo violento.
Recuerda sus necesidades
Los juegos, el contacto físico o el paseo son fundamentales para el bienestar del perro, así que procura no descuidarlos.
Deja que se relacione con otros perros
Es muy importante que socialice con otros perros y juegue con ellos. Su bienestar te lo agradecerá.
Todo el mundo debe remar en la misma dirección
Todas las personas de la casa deben intentar educar al perro siguiendo las mismas directrices. Si no se hace así, lo único que se conseguirá es confusión en la mascota.
Fomenta un comportamiento sosegado
Acaricia al perro cuando esté calmado, habla con él de forma suave y evita gritos y las conductas violentas hacia tu mascota.
Conoce a tu mascota
La mejor manera de conocer sus necesidades es prestando atención a todos los detalles. Nadie mejor que tú le conoce, por lo que con cualquier comportamiento inesperado, trata de entender qué le ocurre.