Deporte y vida sanaOpinión

Saber ganar y saber perder y, sobre todo, dar ejemplo a los más jóvenes

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No suelo seguir el fútbol tanto como para conocer de primera mano todo lo que pasa en este deporte, o en todos los demás, pero esta noticia me ha saltado en mi ordenador y no he podido escapar a interesarme por ella por varias razones: la personalidad de los dos clubs de la capital, la de sus entrenadores de los equipos juveniles, dos exfutbolistas de renombre como son Arbeloa (Real Madrid) y Torres (Atlético) y el hecho de su ejemplo a unos todavía niños.
Manuel Vega

Todos los equipos, incluidas las categorías inferiores, que no tengan equipos desde alevines con el propósito de descubrir futuras estrellas, pero con algo más importante, según todos presumen de ello, que es educar, tanto a niños, como a niñas ahora, en los valores éticos de este deporte.

Pues esta vez este último punto de la educación de cara a un futuro cada vez mejor ha brillado, no sólo por su ausencia, frase muy utilizada, si no por salgo muy superior en la negación de todo lo que deben ser las normas que nunca se deben traspasar.

El hecho habla de gran rivalidad que ha existido siempre entre los dos equipos madrileños y no sólo parece que va continuar si no que hechos como los vividos en Valdedevas anuncian que esto va en aumento y traspasan las zonas más comprensibles de los primeros equipos.

Para mí lo más sangrante es que el protagonista haya sido un exfutbolista como Fernando Torres, conocido como “el niño Torres” por su espectacular explosión desde muy joven. No llego a entender que se ha podido pasar por su cabeza en esos momentos, ya que, tal vez por su aspecto, tenía una imagen que podía ser puesta como ejemplo en este deporte, tantas veces criticado por su falta de valores a seguir. Torres fue el agresor y Arbeloa el estupefacto agredido.

Me abstengo de comentar nada sobre el partido ya que todo lo que sé es lo que he leído, pero si quiero subrayar que este episodio no puede quedar como anecdótico y olvidarnos de él. Torres tiene que tener la respuesta adecuada a su comportamiento agresivo e insultante. Si por mí fuera le prohibiría entrenar jamás. O tiene la cabeza en orden o que se la ponga. En este caso no es suficiente una sanción económica. En su carrera ha ganado el suficiente dinero para que una multa le produzca hasta risa.

¿Y qué dicen los que mandan en su club? De momento nada. Otro “buen” ejemplo. ¡Ah!, su equipo fue eliminado y el juvenil del Real Madrid participará en la “Final Four” que decidirá el campeón esta temporada.