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¿Prolongar la M-50 o hacer un semianillo con la M-45? Los alcaldes no se ponen de acuerdo

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Una decena de alcaldes de los municipios afectados por la congestión de tráfico de la M-607, la carretera de Colmenar Viejo y se han planteado dos soluciones alternativas: los ediles del PP por el cierre de la M-50 y los del Psoe con la prolongación de la M-45., una propuesta que afecta a Alcobendas. La reunión ha acabado sin acuerdo.
LMN

Al encuentro del martes, además del alcalde de Colmenar Viejo, Carlos   Blázquez, asistieron los regidores de Moralzarzal, Soto del Real, Boalo-Cercerda-Mataelpino, Manzanares el Real, Miraflores de la Sierra, Guadalix de la Sierra, Becerril de la Sierra y Navalafuente, además del concejal de Relaciones Institucionales de Tres Cantos.

«El cierre de la M-50 permitiría una mejor y más rápida conexión de los vecinos de los municipios de la zona norte de la Comunidad de Madrid no solo con el aeropuerto de Barajas y la Red Nacional de Autovías que conectan con todo el país, sino también con los municipios del este, sur y oeste de Madrid», defendió el alcalde de Colmenar. 

Su postura fue respaldada por los primeros ediles de Moralzarzal, Miraflores de la Sierra, Boalo-Cerceda-Mataelpino, Becerril de la Sierra y Navalafuente, además de por el concejal de Relaciones Institucionales de Tres Cantos. Todos ellos, miembros del PP, firmaron una declaración institucional conjunta con la que solicitaron una reunión con el ministro de Transportes, Óscar Puente, para trasladarle sus peticiones. 

El cierre de la M-50 que plantean los ayuntamientos ‘populares’ tiene dos puntos: por un lado, trazar una carretera de acceso desde la M-607 a la A-1 que permitiese conectar, una vez pasado Tres Cantos, con la M-50 en Alcobendas. Por otro, estudiar el cierre de la M-607 con la A-6 para poder acceder a la M-50 en Las Rozas.

Los alcaldes de Soto del Real, Manzanares El Real y Guadalix de la Sierra rechazan este proyecto y quieren prolongar la M-45 para convertirla en un semianillo. Los tres primeros ediles del PSOE defendieron la eficiencia de su propuesta, de la que dicen que ahorra costes a las arcas públicas y tiempo de construcción. Además, remarcan que es más sostenible porque tiene menos impacto ambiental y porque incluye el aprovechamiento de infraestructuras ya existentes.