‘Montecristo’, una serie mil veces vista con una promoción que no merece

Compartir
Nos la han estado vendiendo como algo importante en el supermundo de las series, con un protagonista del que disfrutar por su talento y nada más lejos de la verdad. Un desastre en todo o en casi todo. Salvamos a las interpretaciones de los actores españoles.
Manuel Vega

Secuoya Studios era para mí, hasta ahora, una marca de calidad. Lleva unos años haciendo buenas cosas, pero en esta ocasión ha patinado. En colaboración con Movistar han hecho una mini serie, algo que hay que agradecer, basándose en la popularidad de William Levy, el actor cubano que se hizo célebre en nuestro país por la telenovela ‘Café con aroma de mujer’ y por una entrevista que le hizo Mercedes Milá, de esas que le gustan a ella, muy protagonista siempre, pero que la gente sigue.

He encontrado, sin querer, una mención en las redes al actor cubano que quiero reproducir y que suscribió totalmente: “No tiene chispa, le falta pasión al personaje de Edmundo, es como si el actor no se terminara de meter en la historia. Se le dan mejor las telenovelas, la verdad”.

Pero yo añadiría algo más que considero fundamental y que destroza esta entrega: William Levy debe ir a un o una logopeda. Es imposible para mí entenderle cuando habla. He llegado a la conclusión que es mejor seguir la trama y ver qué pasa.

Como digo, los que hicieron el argumento y los guionistas, que son los mismos, no le han dado muchas vueltas a su proyecto. Han cogido de aquí y de allí y han desarrollado seis capítulos, que son los que están disponibles de momento en Movistar.

El personaje de William Levy sabe que es muy atractivo y no duda en aprovechar su físico para conquistar a mujeres y lograr parte de sus objetivos a través de ellas. En la serie se recrean en su cuerpo con escenas de marcadas abdominales y de sexo. 

La trama se divide en pasado y presente. Los ‘flashbacks’ sirven para explicar el origen del relato y cómo nació la ira en Edmundo Dantes tras ser acusado de un crimen que no cometió y pasar muchos años en prisión. Entre rejas, el joven idea su plan para hundir a los culpables de su desgracia

Reconvertido en Alejandro Montecristo, tras salir de prisión, logra hacer una fortuna y crear una empresa tecnológica de éxito. Detalles que a los guionistas y a los productores no les importa mucho y se lo saltan tan tranquilamente. Con dinero y aliados pretende golpear a sus enemigos.

No seguimos porque no queremos destrozarla, pero está claro que es para espectadores poco rigurosos que no están cansados de este tipo de trama y, como no, de admiradores de William Levy. Sobre él se ha creado esta serie y han apostado los productores y, además, no ha debido ser barata.