“Mare of Easttown”, impecable Kate Winslet en esta serie policíaca
Un thriller policíaco que, si bien no tiene un punto de partida especialmente novedoso, consigue componer una de las ficciones más interesantes de lo que llevamos de año se estrena en HBO y puede que estemos ante el policial del año. Su estreno será el 19 de este mes.
Por BettyGS
«Una detective de un pequeño pueblo de Pensilvania investiga un crimen local mientras intenta que su vida no se desmorone». A priori, como sinopsis, podríamos decir que Mare of Easttown no tiene un punto de partida demasiado original. Sin embargo, impulsada por el magnetismo y sobriedad de la interpretación de Kate Winslet, un ritmo no exento de intriga pero que no tiene prisa en que quieras devorarla sin enterarte de su sabor, y su realismo profundamente humano, convierten a la ficción en una de las propuestas más interesantes de lo que llevamos de año.
Winslet regresa a la pequeña pantalla diez años después de que su trabajo en Mildred Pierce le valiera para alzarse con el Globo de Oro y el Emmy; interpreta a la citada detective.
Está comprometida con su trabajo, liga, es ingeniosa, divertida; y también madre, abuela y divorciada. Bebe café todo el tiempo, recorre las calles en su coche, come mientras conduce, se toma una -o varias- cervezas después de trabajar. Y cuando le toca quedarse en vela revisando expedientes, también.
Más allá de los casos de robo y avistamientos de sospechosos rutinarios, la historia la desata las declaraciones de una de las vecinas a la prensa en contra de la policía, que lleva un año sin encontrar a su hija desaparecida. El sheriff decide que sea el personaje de Winslet quien retome la investigación.
Un detonante que lleva a arrojar luz sobre las personas que se miran con recelo, desconfían y a veces apoyan. La unión vecinal no siempre permanece cuando hay que hacer frente a las tragedias que, como a la propia Mare le ocurre, se quedan grabadas en forma de heridas que cuesta conseguir que dejen de supurar. Tragedias que no tardan en provocar descensos a los infiernos, aumentar los niveles de tensión de la miniserie, tintada de unos verdes y grises que transmiten la frialdad que se respira en cada manzana del poblado.
La comunidad incluye a familias desestructuradas, con una joven de diecisiete años que ya tiene un bebé y se lleva muy mal con el que fuera su novio, padres alcohólicos que regresan a casa y gritan si la cena está demasiado caliente, personas que roban a sus propios hermanos porque no tienen ni para pagarse la calefacción, hombres violentos, enfermos mentales, una adolescente increíblemente cruel por celos, la perversión de las redes sociales, conflictos con las drogas, estigma del suicidio, palizas en la calle, chicas volviendo solas a casa, de noche.