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La Medicina Actual: ¿Tratando los Síntomas o Resolviendo las Causas?

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Este fenómeno, que algunos comparan con «matar moscas a cañonazos», refleja una tendencia a centrarse en los síntomas en lugar de en la verdadera causa de las patologías.

Los médicos nos encontramos con pacientes que acuden buscando una solución rápida y es común que el sistema de salud proporcione medicación o intervenciones para paliar estos síntomas sin explorar factores que podrían estar en la raíz del problema.

Las prácticas comunes para aliviar los síntomas, como fármacos o intervenciones tecnológicas, pueden ser efectivas a corto plazo, pero a menudo no previenen la recurrencia del problema. Este enfoque tiene implicaciones a largo plazo, ya que los pacientes vuelven con los mismos problemas una y otra vez. La falta de prevención y de un enfoque integral que contemple las causas subyacentes de las enfermedades representa un desafío para la sostenibilidad del sistema de salud y la calidad de vida de los pacientes.

Con el auge de la medicina personalizada y el uso de tecnologías que permiten detectar enfermedades en etapas tempranas, cabría pensar que la prevención sería ya una prioridad. El uso excesivo de fármacos y tecnología, aunque eficaz en emergencias, resulta desproporcionado para problemas que podrían tratarse de manera más simple y sostenible, elevando costos y exponiendo a los pacientes a riesgos innecesarios. La falta de tiempo, recursos y la presión por soluciones inmediatas han mantenido este modelo reactivo.

Un claro ejemplo lo vemos en nuestra clínica, IMPROVE, donde tratamos patologías comunes del pie, como juanetes, fascitis plantares y neuromas. Lo habitual hasta ahora ha sido prescribir plantillas, electroterapia y fármacos, que, si bien alivian los síntomas a corto plazo, no atacan la causa del problema. Generalmente, estas afecciones derivan del uso del calzado convencional, que proporciona una mala pisada, atrofia de la musculatura, y un largo etcétera que enferma nuestros pies.

En lugar de solo mitigar el dolor, cada vez es más evidente que corrigiendo el tipo de calzado, como propone el enfoque barefoot, y entrenando los pies, podemos abordar la raíz del problema. Al permitir que el pie recupere su alineación y función natural, se corrigen los desequilibrios que causan estas patologías. De este modo, el tratamiento no solo alivia el dolor, sino que también ofrece una solución más duradera, previniendo la recurrencia de los síntomas.

Es crucial que la medicina cambie su enfoque y comience a dar mayor importancia a la prevención y a la búsqueda de las causas reales de las enfermedades. Solo así podremos evitar tratamientos innecesarios y brindar soluciones duraderas a los pacientes. En lugar de «matar moscas a cañonazos», debemos apostar por una medicina más precisa y preventiva, que vaya más allá de los síntomas y busque resolver los problemas desde su origen para mejorar la calidad de vida de los pacientes a largo plazo.

Dra. Ana Isabel López Llorca

www.clinicaimprove.es

Club Deportivo El Estudiante

@dra.analopezllorca