La “mala alimentación” durante el confinamiento
La “mala alimentación” durante el confinamiento No poder salir de casa, nada más que para lo imprescindible, ha disparado el consumo de comida basura y la ingesta de alcohol.
La preocupación por la pandemia nos ha generado un estrés importante que hemos intentado enmascarar comiendo mal, una vía de escape que utilizamos cuando estamos preocupados o cuando nuestros niveles de ansiedad se disparan. Es un hecho, las personas solemos sentirnos mejor cuando comemos mal que cuando lo hacemos bien, sin embargo, a la larga, el sentimiento que surge es el contrario, y tanto nuestra salud como nuestra conciencia se resienten.
Por si esto no fuera suficiente, nos han hecho creer que existen productos “milagro” que van a evitar que el virus nos infecte, y hemos comprado compulsivamente complementos alimentarios como cápsulas de vitamina C, suplementos de polen, o bebidas “para activar las defensas” pero, desgraciadamente, no hay ningún producto de este tipo que evite la infección por COVID19, tampoco consumir alcohol.
Para evitar tentaciones, la solución es no comprar ultraprocesados ya que no nos van a aportar nada más que calorías vacías y ningún nutriente. Si nos decidimos por adquirir alimentos sanos, al final acabaremos comiéndolos y nuestra salud notará los beneficios. Ocasionalmente podemos darnos un capricho, pero como norma habitual no. Nuestra dieta debe estar basada en el consumo de alimentos vegetales, frescos y de temporada, fundamentalmente.
No somos conscientes de lo mal que comemos en nuestro día a día en condiciones normales (aunque casi todos pensamos que lo hacemos bien), pero si además añadimos la compra de Snacks, la tentación es incontrolable y el daño a la salud irremediable.
Dra. Blanca Rodríguez Ayala. Médico. Asesoramiento nutricional.
@blanca4615