Kris Kristofferson, leyenda de la música country y actor, muere a los 88 años
Kris Kristofferson, un mito de la música country y ganador del Globo de Oro como mejor actor, murió ayer a los 88 años en paz rodeado de su familia en su casa de Maui (Hawái). (Videos de películas y canciones)
Jack Damon
Kristofferson marcó un hito en la música country y formó parte de los ‘Highwaymen’, que junto a Waylon Jennings, Willie Nelson y Johnny Cash, reunió en 1985 a los mejores cantantes del country en su momento.
El artista marcó una etapa en la música estadounidense, la revista Rolling Stone lo consideró como “uno de los mejores compositores de todos los tiempos” al extender su influencia se extendió la música country más allá de sus límites.
Se acercó a la música al trabajar en el mantenimiento de Columbia Récords, el estudio en el que grababan algunos de sus artistas más admirados como Johnny Cash o Bob Dylan.
Eso fue tras abandonar una prometedora carrera en el ejército, que lo llevó hasta Alemania a principios de los 60, y que le venía de influjo familiar.
Estudió literatura en la Universidad de Oxford, unos conocimientos que a buen seguro le sirvieron para componer sus temas una vez renunció a la vida militar.
A su haber se cuentan clásicos como ‘Sunday Mornin’ Comin’ Down’, ‘Help Me Make it Through the Night’, «For the Good Times» y «Me and Bobby McGee».
Unos temas que, tras saltar a la fama a finales de los 60, habrían interpretado más de 450 artistas al cabo de una década, cuando ya había dado también el salto a la gran pantalla.
Y es que Kristofferson también marcó una era en Hollywood, donde participó en más de 70 películas, entre las que figura ´Ha nacido una estrella´, de 1976, en la que compartió pantalla con Barbra Streisand y le valió un Globo de Oro como mejor actor.
También participó en la saga ‘Blade’ y en una serie de importantes títulos, aunque realmente lo que marcó su vida fue la música.
Tres películas y tres canciones para ver y escuchar
no se pueden olvidar sus papeles en varias películas de Sam Peckinpah, en la tercera de las cuatro versiones que existen de Ha nacido una estrella (la suya, de 1976, le dio el Globo de Oro a Mejor Actor en una película musical e hizo superventas la banda sonora que interpretaba con su coprotagonista, Barbra Streisand) o como sheriff corrupto en la estupenda Lone Star de John Sayles. Pero las tres que citamos a continuación son quizá las más interesantes (o curiosas, en el caso de la serie de TV) a la hora de aproximarse a un actor que no llegó a ser clase A pero que tenía un carisma y un saber hacer incontestable.
En lo que toca a lo musical, una carrera con dos decenas de álbumes y miles de conciertos a sus espaldas da para mucho, sobre todo cuando, aparte de ser intérprete del material propio, este se ha convertido en éxito en manos de tantos otros. Más allá de los mencionados abajo, sus canciones fueron interpretadas por Jerry Lee Lewis, Elvis Presley, Dean Martin, Isaac Hayes, Dolly Parton, Roy Orbison o The Walker Brothers, entre muchos otros. El tipo que quiso ser novelista mientras estudiaba con una beca y tocaba rock y folk en los bares de Oxford sabía cómo escribir una canción, desde la música a la letra. Ese legado le sobrevivirá siempre.
Películas
‘Alicia ya no vive aquí‘ (Martin Scorsese, 1974)
En esa tipología todavía por definir de un cierto cine de los 70 en el que sus protagonistas gritan, hacen aspavientos y rompen cosas sin parar, la protagonista total y absoluta de esta tragicomedia romántica del primer Martin Scorsese es Ellen Burstyn, que se llevó el Oscar gracias a su papel de una mujer que debe escapar de diferentes circunstancias adversas (primero enviuda, después se entrampa con un amante violento) acompañada de su hijo. En medio de su huida recala en Tucson, y trabajando como camarera mientras intenta recuperar su antigua carrera como cantante conoce a un ranchero divorciado al que da vida Kristoffersson. Es ahí cuando el drama se endulza (solo lo necesario) para construir una historia de amor entre dos personajes cuya química funciona a la perfección.
‘La puerta del cielo’ (Michael Cimino, 1980)
Fue un absoluto fracaso en la taquilla que llevó a la quiebra a su productora y que a punto estuvo de costarle la carrera a Cimino, vapuleado además por la crítica. Pero vista hoy, La puerta del cielo es una gran obra épica que, con sus defectos y siempre a la sombra de El Cazador, la monumental anterior obra de su director, volvió a hacer añicos el discurso del sueño americano y de los Estados Unidos como tierra de acogida y oportunidades mucho antes de que llegasen Trump y su célebre muro. Kristofferson es aquí un sheriff que se pone del lado de los inmigrantes pobres que llegan hambrientos de Europa para trabajar como agricultores en las praderas de Wyoming, y que son sistemáticamente maltratados, acusados de robo y a menudo asesinados por los matones a sueldo de las poderosas empresas ganaderas. A pesar de la violencia descarnada, la belleza de las imágenes de Cimino y su discurso en torno a temas como la justicia y la amistad (también el poder ver a Isabelle Huppert en uno de sus primeros y escasos papeles en EEUU) merecen la repesca de esta cinta.
‘Amerika’ (serie de televisión, Ben Stein, 1987)
Hoy completamente olvidada, esta miniserie sobre unos Estados Unidos invadidos por la Unión Soviética supuso una especie de shock en su momento (todavía en plena Guerra Fría) que metió en no pocos problemas a la cadena ABC, obligada a hacer programas especiales explicando en qué momento se les había ocurrido tal idea. El centro de la acción se situaba en un pueblo del medio oeste, una década después de que el país hubiese caído en manos de los comunistas sin derramamiento de sangre y sin apenas encontrar resistencia por parte de un pueblo americano sumido en la apatía política y carente de espíritu combativo. Kristofferson da vida a un político que, tras criticar la invasión y pasar por ello unos años en la cárcel, es rehabilitado y se convierte en un líder de la resistencia. Entre los soviéticos no solo hay malos malísimos: la tensión entre sus mandos desplazados a EEUU, más humanitarios, y un Moscú empeñado en utilizar toda la fuerza para someter a su eterno enemigo, es de lo mejor de esta historia tan disparatada como curiosa
Canciones
‘Sunday Morning Coming Down’ (1970)
Aunque primero la grabó Ray Stevens y después Johnny Cash, que fue quien la convirtió en un hit y le dio a Kristofferson un premio a compositor del año en los galardones de la asociación de la música country de 1970, la canción más emblemática de su autor fue grabada también por este en una versión más lenta e intimista que las anteriores, pero que quizá es la que sobrevive en mejor estado de forma. La letra, sobre un borracho y su resaca dominical, o más bien sobre el típico buscavidas errante que un domingo por la mañana ve más clara que nunca su soledad, la convirtió en un himno cantado por todo aquel que ha sido algo en ese estilo que con el tiempo se ha dado en llamar americana.
‘Me and Bobby McGee’, de Janis Joplin (1970)
Durante su estancia en Nashville, donde se instaló después de dejar el ejército y tuvo trabajos tan diversos como portero de la discográfica Columbia o piloto de helicópteros, Kris Kristofferson compuso esta canción que más tarde sugirió grabar a Janis Joplin durante el breve romance que ambos mantuvieron. Poco tiempo después, mientras el también actor rodaba con Dennis Hopper en Perú, Joplin grabó la canción sin decírselo para incluirla en el que debía ser su siguiente álbum, Pearl. Pero su trágico final quiso que esta se publicase de forma póstuma, tan solo unos días después de su muerte. También grabada por Kristofferson y muchos más artistas, la de la cantante texana sigue siendo su versión más icónica.
‘Highwayman’, de Kris Kristofferson, Johnny Cash, Willie Nelson y Waylon Jannings
Después de muchos años compartiendo amistad y canciones, los cuatro mitos del country que fueron Kris Kristofferson, Johnny Cash, Waylon Jennings y Willie Nelson (este último es el único que queda vivo) decidieron por fin reunirse en un supergrupo al que bautizaron The Highwaymen: al fin y al cabo, los cuatro llevaban toda la vida cantándole a las carreteras y a todos esos personajes solitarios que se pasan la vida en movimiento buscando su lugar en el mundo. La canción fundacional que dio nombre a la banda fue esta Highwayman que compuso el gran Jimmy Web, autor de hits para músicos tan distantes como Glen Campbell y The 5th Dimension, y sigue siendo el más escuchado de los temas que interpretó, aunque fuera de forma colegiada, el artista recién desaparecido.