Deporte y vida sana

Fallece Fosbury, el atleta que cambió para siempre el salto de altura

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El saltador estadounidense que revolucionó y cambió el salto de altura para siempre en México 1968 ha fallecido a los 76 años tras una recaída de un linfoma.
LMN

Dick Fosbury (Portland 1947) fue uno de los atletas más influyentes en la historia del deporte. Su innovación en la ejecución de su especialidad con su revolucionario ‘Fosbury Flop’ le valió para colgarse del cuello, con 21 años, el oro y superar el récord olímpico con 2,24. 

Su éxito no sólo rebatió las escépticas reacciones iniciales sino que acabó imponiéndose y todos empezaron a utilizarlo… y desde hace muchos años nadie imagina a un saltador de altura de alto nivel no usar el estilo Fosbury.

Como dato y ejemplo decir que en la siguiente edición de los Juegos, en Múnich 1972, 28 de los 40 participantes ya siguieron su estilo de saltar hacia atrásY en Moscú 1980 fueron trece de los 16 finalistas.

Estudiante de ingeniería civil, empezó a ensayar su método en la escuela secundaria North Medford High School después de encontrar difícil coordinar todos los movimientos involucrados en las habituales técnicas del rodillo ventral o tijera que obligaban a encarar el listón de forma frontal en lugar de lateral. 

Fosbury era espigado y no tenía la potencia de sus competidores por lo que desarrolló una técnica más simple e ingeniosa que consistía en una carrera en forma curva que acababa afrontando el listón de forma lateral para terminar ejecutando el salto de espaldas y de forma transversal. De esta forma el centro de gravedad queda por debajo del listón y requiere menos potencia en el salto.

Fosbury, que decidió no asistir la ceremonia de los Juegos para disfrutar de la ciudad y que fue incluido en el Salón de la Fama del atletismo en 1981, cambió para siempre el salto de altura y posteriores estudios catalogaron la ganancia en marca para un mismo atleta alrededor de 40 centímetros. 

Pese a su revolución decidió retirarse cuatro años después tras no lograr clasificarse para Múnich. “La popularidad actual de mi estilo es un premio maravilloso a cuanto tuve que aguantar al principio con un estilo que no gustaba a nadie. El salto de espaldas ya lo practicaba en el instituto y todos se reían de mí, considerándome un chiflado y algunos como un snob por salirme de las normas conocidas. Hasta que gané en México 1968 pasando a la categoría de héroerecordaba en una entrevista en los años ochenta.