Elegir las actividades veraniegas de tus hijos mientras trabajas no es fácil y hay que tenerlos en cuenta
¿Dónde llevar a los niños durante sus largas vacaciones? Es la gran pregunta que se repiten la mayoría de padres todos los años. Lejos de que sea una decisión aislada de la opinión del menor, conviene tener en cuenta sus gustos y su edad, para valorar si está preparado para ir de campamento y dormir fuera de casa.
LMN
Estamos en una de las épocas vacacionales más largas para los niños y durante gran parte de ese tiempo. Los campamentos de verano urbanos o en la naturaleza, tanto a tiempo parcial como completo (día y noche), pueden ser la solución para compaginar la agenda de los progenitores y sus hijos durante la época estival. No obstante, esta no tiene por qué ser una opción válida para todos. Dependerá de factores como el carácter del menor, sus gustos o las circunstancias personales de cada uno.
Para algunos niños, el tener que dormir fuera de casa provoca que la ansiedad aumente exponencialmente, cuando son más pequeños optar por campamentos urbanos puede conseguir que disfruten de las actividades mientras siguen estando en casa.
Otra cuestión a tener en cuenta a la hora de seleccionar el lugar donde estará el niño en verano mientras sus padres trabajan son sus experiencias previas. Si ya ha disfrutado de actividades similares antes le será más llevadero, porque las primeras veces pueden ser abrumadoras para los niños si no se encuentran preparados.
También puede haber una fórmula mixta. Al cuidado de familiares o en centros externos durante unas horas al día que tengan actividades específicas para los niños en verano. De esta forma, se les proporciona una variedad y seguridad en un entorno conocido y cercano.
Existen diversas alternativas de actividades estivales para los menores durante las vacaciones. Algunos se realizan en la ciudad, como en los colegios, y tienen actividades diurnas que permiten regresar a los niños a dormir a casa y los no urbanos se realizan fuera de la ciudad durante varios días en que se hacen diversas actividades, que suelen ser en la naturaleza.
Los campamentos que hay que dormir fuera de casa y se realizan en la naturaleza pueden ser una elección recomendable. Resulta positiva la sensación de libertad, con actividades como dormir en tiendas de campaña, que pueden resultar experiencias enriquecedoras.
Otras opciones para el ocio veraniego de los niños mientras los padres siguen trabajando son los centros deportivos o culturales. Además, muchos colegios ofrecen programas de verano que incluyen diversas actividades.
Uno de los aspectos claves a la hora de elegir el campamento de un colegio es que tenga un ambiente diferente al del resto del año porque conviene que haya un cambio de rutinas, con actividades distintas, divertidas y en un entorno agradable para que los niños no lo vivan como si fuera más tiempo en el colegio tras acabar el curso
Aunque para los profesionales la mejor opción es combinar tiempo en familia con otras actividades externas, y también destaca la alternativa de que los menores se queden al cuidado de los familiares y los amigos.
Pregunta a tu hijo por sus preferencias y apúntale con amigos
Después de esto, sabemos que algunos han estado dudando semana a semana con las actividades veraniegas de sus hijos. Otros usarán a los abuelos o el pueblo familiar. Y los que se lo puedan permitir intentarán cuadrar el círculo en una combinación de convivencia familiar con momentos de pantallas y teletrabajo. Por estas fechas, muchos se dedican a preguntar, comparar y contrastar campamentos.
Por todas partes llueven ofertas, precios y oportunidades, y los otros padres de sus compañeros de clase insisten sin disimulo para que todo el mundo se apunte al que ya han apuntado a su hijo, para que no vaya solo y no tenga trauma.
Que vayan los amigos
Aunque los gurús recomienden salir de la zona de confort y socializar para conocer nueva gente, tu hijo estará muy feliz si en los veranos de su infancia está acompañado por amigos que ya conoce.
Que el precio sea asequible
Los precios por semana de cada campamento fluctúan según programa, barrio y ciudad. Los que hemos encontrado van desde unos competitivos 100 euros semanales de 9.00 a 17.30 con comida incluida y salidas a sitios impresionantes, a 150 por semana de 9.00 a 13.00 sin incluir comidas ni salidas.
Estos acostumbran a hacer actividades artísticas en un recinto académico, tipo escuela de baile. O sea, que en el fondo estás pagando por diversión y formación extra, pero según las semanas la diferencia entre modelos puede ser considerable. Elijas el que elijas, busca si existen becas para cubrir un porcentaje del coste, según tu declaración de la renta y los miembros empadronados en tu hogar.
Los intereses del niño
Como ya se ha terminado el curso, para los niños estos días deberían ser de actividades veraniegas y diversión. Así que, si dudas entre varias opciones, pregúntale a tu hijo, que al final será el que tiene que ir contento. Porque igual prefiere repasar inglés de manera lúdica que pasarse horas al sol jugando a fútbol. Sobre todo, si duermen lejos de casa, asegúrate de que le hace mucha ilusión. Porque según las edades, incluso cuando van con muchos amigos y con muchas ganas, por la noche se ponen a llorar todos llenos de morriña. Quizá algo de media jornada los primeros años es mejor para que tu hijo se aclimate.
Las referencias de amigos y conocidos
Cuando vas a apuntar a tu hijo a un campamento por primera vez la oferta puede que te supere y que te sientas reviviendo los días de puertas abiertas de los colegios. En todo lo relacionado con la oferta infantil, un buen marketing, un buen cartel o una web impresionante pueden deslumbrarte. Un par de buenas recomendaciones de los que ya han tenido la experiencia superan a cualquier web.
El equipo responsable y su proyecto pedagógico
Valora cómo son los monitores que estarán con tu hijo, qué materias tocarán en esas semanas, qué aprenderán o experimentarán, qué lugares visitarán… y los años de experiencia del proyecto. Si una opción lleva mucho tiempo sin denuncias ni accidentes y con familias que repiten felices siempre será una buena opción. Como también lo es un proyecto nuevo, más original, con el entusiasmo y la energía del principio.