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El sueño cumplido, de Eloy Sánchez Rosillo

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Qué lástima que El sueño cumplido sea una excepción, porque es un libro muy interesante para todo aquél que tenga una mínima curiosidad sobre los poetas. En este caso, sobre Eloy Sánchez Rosillo.
Pedro Robledo

Publicado en mayo del 2023 por Tusquets, esta es una excusa perfecta para acercarnos al universo mental y emocional de la vida de un poeta. A su obra y al trabajo que hay detrás de la misma. No hace falta estar de acuerdo con todo lo que comenta Sánchez Rosillo. Muy mal hará el lector que se acerque a este tipo de libros con una balanza entre sus manos.

El sueño cumplido ve la luz, según nos confiesa el autor en la nota preliminar, gracias al “amable empeño del poeta José Mateos”. Está dividido en tres partes muy diferenciadas. Una primera titulada Escritos sobre la poesía, en el que destaca una conferencia ofrecida en 2005 en la Fundación Juan March, así como el comentario por el propio autor de uno de sus poemas. Una segunda parte de poemas seleccionados entre la obra del autor. El libro cierra con una amplia tercera parte en el que se reproducen una serie de entrevistas que se le han ido haciendo al poeta murciano durante todos estos años.

Escribir sobre este género es muy complicado porque uno corre el riesgo de caer en el ensimismamiento. Cuando el tema principal sobre el que escribe el autor no es otro más que él mismo y su obra, el peligro acecha. Sin embargo, hay recompensa para los valientes. Los lectores agradecemos el poder meternos en la piel del autor y observar el mundo desde su mirada. Conocer los deseos, las frustraciones, la opinión que tiene el poeta de sí mismo y de su propia obra. Con qué está de acuerdo, qué desearía cambiar, cómo le gustaría ser recordado, cómo fue su infancia y juventud y cómo se le despertó la vocación poética.

Sánchez Rosillo nos enseña que ser poeta es un oficio. Hay una crítica sutil que, sin nombrarla, parece apuntar a la poesía Instagram. Advierte sobre aquellos que desechan las reglas poéticas, sin apenas conocerlas, por convertirse en una mano que estrangula la libertad creativa: “El poeta sin oficio se enreda a cada paso en su propia ineptitud, y el resto de las cualidades de las que pudiera estar dotado se desmadejan y resultan inútiles. En los tiempos que corren, la palabra “oficio” puede que les suene a chino a muchos que dicen escribir poesía. Algunos incluso presumen de su rechazo a la técnica, pues le acusan de impedirles volar con libertad, cuando lo que ocurre es justo lo contrario”.

¿Qué se le tiene que pedir a un poema? El poeta murciano lo tiene muy claro. Lo imprescindible es su carga emotiva. Que el poema emocione a quien lo lea. Que remueva por dentro al lector y lo conecte con algo más grande que él mismo. Sánchez Rosillo no cree en el poeta creador, sino en el poeta instrumento. La poesía está ahí afuera esperando a que alguien le dé la oportunidad de ser concretada en palabras para ser compartida.

Qué estupendo sería poder tener más poetas que se atrevieran a escribir sobre sus propios sueños cumplidos, y enseñarnos el envés de sus versos. Mi newsletter sobre poesía: peleandoalacontra.com