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El coronavirus amenaza con restringir totalmente las zonas de fumadores

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La Sociedad Española de Epidemiología (SEE) ha sido la última en reclamar que todas las terrazas de bares y restaurantes, playas, espectáculos al aire libre e incluso los coches particulares se conviertan en espacios sin humo.

La causa de semejante petición es que según los epidemiólogos, el consumo de tabaco incrementa la posibilidad de contagio del coronavirus

Más allá del coronavirus y sus consecuencias, en los últimos 20 años la sociedad ha ido dando pasos para conseguir tener los mayores espacios sin humo posibles. Sobre todo en aquellos lugares donde se produjeran ciertas aglomeraciones de personas. El punto culmen de este proceso fue la entrada en marcha de la prohibición del consumo de tabaco en bares, restaurantes y discotecas. Esta reforma se aplicó el 2 de enero de 2011 y desde entonces parece que ha pasado un mundo. Conocimos las estufas o setas y muchos de las terrazas de los restaurantes se hicieron anuales para poder contentar a este, entonces, importante gremio del fumador.

Con la aparición del Coronavirus se ha envalentonado el ritmo de las restricciones al fumador. Y lo digo porque más allá de tener consecuencias, que parece que las tiene, lo cierto es que se había levantado cierta tregua entre los fumadores y lo que no fuman.

El Covid-19 ha intensificado aún más este tipo de propuestas al avalar determinadas sociedades y grupos de científicos que fumar aumenta el posible contagio de las personas que están alrededor.

En un comunicado, el Grupo de Trabajo de Tabaquismo de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) explica que los fumadores que estén infectados y sean asintomáticos pueden emitir gotas de agua con virus SARS-CoV-2 poniendo en riesgo al resto de población.

De seguir así y cumplirse estas demandas de los epidemiólogos, fumarse un cigarro va a empezar a ser algo imposible.