Club deportivo El Estudiante, el éxito de un club de tradición familiar
El Club Deportivo El Estudiante cumplirá en 2022 cuarenta y cinco años de existencia. Con 40 pistas de pádel, 12 pistas de tenis, campo de prácticas de golf, 2 restaurantes (Casa Juaneca y José Luis) y otros servicios como Crossfit o Sala Infantil, le convierten en un club privado y familiar, pero único en toda España. Al frente de la gestión del club están ahora Alfonso, Eduardo e Ignacio, nietos de Antonio López Aguado y tercera generación que se pone al frente de las riendas de de El Estudiante.
En 1977 Antonio López Aguado decidió poner en marcha el Club Deportivo El Estudiante. Al principio y en aquella época, el creador de este club, quiso emular a su hermano mayor, que era el propietario del Cielo de Madrid, piscina que estaba situada en la salida de Alcobendas a la Carretera de Burgos y que estuvo muy de moda en esos años. En esta línea y con esta premisa, Antonio López compró a sus hermanos los terrenos donde se levanta El Estudiante, nombre que recibían ya esas parcelas, y se puso manos a la obra. En los comienzos, además de una piscina de grandes dimensiones, construyó la casa donde aún está uno de los restaurantes y cuatro pistas de tenis.
Hoy, El Estudiante es un referente, no solo deportivo, con multitud de posibilidades, sino también para las familias que pasan los fines de semana en un emplazamiento privilegiado con todos los servicios posibles a su disposición.
Además, El Estudiante siempre ha sido un club privado diferente al resto y lo sigue siendo. La singularidad y diferencia con su competencia, y más en sus inicios, es que no es de socios y al club puede, y podía acudir quien quisiera utilizar sus instalaciones.
Este adn diferencial es una filosofía que la siguen poniendo en práctica los nietos de Antonio López Aguado, actuales responsables del devenir del club. Alfonso, Eduardo e Ignacio, son ahora los que llevan las riendas de la gestión de un club al que acuden cada día 2.000 personas a utilizar alguna de las instalaciones o servicios que prestan. Esta tradición familiar es otra de las características del éxito de la trayectoria de El Estudiante. Cada generación ha ido aportando su granito de arena.
Del tenis al boom del pádel
El tenis fue el primer deporte en el que se centraron las instalaciones de El Estudiante al ser una práctica deportiva muy demandada cuando se creó. La demanda fue tal que se construyeron 22 pistas de este deporte de raqueta. Así fue hasta 1.993 cuando la segunda generación de la familia, es decir, Juan Antonio López Baena, hijo de Antonio López y Santiago Vicente Izquierdo, yerno del fundador, incorporaron las cuatro primeras pistas de pádel al club. Aún siguen estando. Esta incorporación, también algo visionaria como la valentía del fundador, es otra clave para entender lo que hoy es El Estudiante.
Al principio de los años 2000 el boom del pádel en toda España ya no tenía freno y decidieron, en una complicada decisión, cerrar la piscina para construir más pistas e impulsar un deporte, que le fue comiendo terreno al tenis, y que no ha parado de crecer. En la actualidad, El Estudiante cuenta con 40 pistas de pádel en sus recovecos y es el club de pádel con más capacidad del mundo. No hay otro igual. Mientras esto sucedía, el tenis aguantó y aún se conservan 12 pistas para su práctica.
Además, la aparición de Rafa Nadal aumentó su demanda y siguen siendo muchos los jugadores que acuden al club a disfrutar de sus privilegiadas instalaciones. El impulso de Nadal también se notó en todas las edades de los jugadores y en especial en la Escuela de Tenis. Un botón de muestra de este auge es el número de alumnos de la escuela este trimestre, que cuenta con más de 600 inscritos.
La explosión del pádel continuó y entonces apareció la demanda de cubrir las pistas. Hace una década, empezaron a aparecer naves industriales con las conocidas pistas de pádel indoor. Ante esa coyuntura, en El Estudiante apostaron por realizar una considerable obra y comenzaron a techar las pistas para que las condiciones climatológicas no impidieran la práctica deportiva. En total, tienen 28 de las 40 pistas cubiertas.
La llegada del Golf y el restaurante José Luis
En el año 2013 y después de comprar los terrenos colindantes al Estudiante a sobrinos del fundador, la familia López Baena pone en marcha un nuevo recinto con un campo de prácticas de golf. Con los años ya se ha convertido en uno de los referentes de este tipo de instalaciones en la Comunidad de Madrid. Junto a este campo abrió sus puertas el restaurante José Luis. Estas dos inauguraciones se sumaron a la entrada de la tercera generación de la familia para llevar la gestión de El Estudiante.
Desde su llegada, Alfonso, Eduardo e Ignacio han dado su plus al club deportivo y han ido incorporando más servicios. A la tienda y escuela de golf, en el edificio donde se encuentran se incorporó un centro de Crossfit y de entrenamiento integral, después una quiropráctica y la sala infantil.
Dentro de poco tendrán también servicio de fisioterapia, yoga, pilates y peluquería. Todo esto unido a las 500 plazas de aparcamiento y la seguridad privada han convertido al Club El Estudiante en un sitio de encuentro y donde se reúnen amigos y familias, a comer o cenar, en un marco incomparable. La sala infantil y el amplio espacio de las instalaciones también le han convertido en un solicitado emplazamiento para llevar a cabo todo tipo de celebraciones.
El futuro, como nos cuentan Eduardo, Ignacio y Alfonso, pasa por “seguir creciendo hasta que podamos y mejorar los servicios”. Pero siempre, sin olvidar que este club “es familiar, está abierto a todo el mundo y como llevamos haciendo casi 45 años, seguiremos dando un trato personalizado a nuestros clientes. Queremos que siga siendo como es, que se sientan como en su casa”