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Chely Capitán, Cómica y cantante : “La risa alarga la vida»

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OTRAS MIRADAS” con JORGE GARCÍA PALOMO

Chely Capitán (Córdoba, 1977) es, entre otras cosas, cómica, cantante y madre a tiempo completo. Una «motomami envasada al natural» que triunfa en teatros con «El Club de la Comedia» y allá donde va con su «humor muy saoko y con un toke de teriyaki«, apunta con sorna. «Sin botox ni cartón», bromea esta artista multidisciplinar que brinda cachondeo para (casi) todos los públicos. Y sí, a la gran Chely Capitán le gusta mirar la vida de frente y con una sonrisa. Tal y como nos atiende, cual «Wotomami» (sic), en La Mirada Norte. ¡Bienvenida!

¿Quién es Chely Capitán a estas alturas del espectáculo?

Pues Chely Capitán es una artista multidisciplinar que, como la gran Lola Flores, «ni canta ni baila, ¡pero no se la pierdan!». (Risas). Cómica, cantante, actriz y costurera en las pocas horas libres que me quedan, además de madre a jornada completa. Eso lo primero.

– Esto es La Mirada… ¿Cómo te gusta mirar la vida, amiga?

Pues siempre de frente y con una sonrisa, aunque a veces duela; ¡y con positividad máxima! Vida sólo hay una y yo no seré una de esas viejecitas que digan: «¡Tenía que haberlo hecho!». Porque, seguramente, ya lo habré disfrutado o estaré a punto de hacerlo. La vida es para vivirla, querido Jorge.

Eres cómica y cantante, una artista integral con muchas horas de vuelo. ¿Recuerdas cuál fue el momento en que decidiste dedicarte al espectáculo?

Siempre me ha gustado el escenario, desde pequeña, aunque también me gustaba coser y diseñar lo que sería mi outfit del fin de semana. Pero, sin duda, fue con 16 años en el programa «Karaoke» de Telecinco, que ya hace tela de tiempo de eso. Gané el programa y mis padres ya me hicieron caso…

– ¿Y cómo estás viviendo la evolución -más bien, revolución- del «stand up comedy» en la actualidad? Presencia viral en redes sociales, teatros llenos… En algunos casos, es un fenómeno pop. ¿Cómo ha cambiado la escena?

Lo que ha resurgido es la ‘impro’ y el interactuar con el público. Se ha cambiado el monólogo por el diálogo y eso es una manera de comedia maravillosa que Juan Dávila o David Cepo han puesto sobre la palestra, pero siempre ha estado ahí. Es genial que surja efecto, hacer al público partícipe y sentirse protagonista por unos minutos. Yo misma hago impro, cortita, en mi espéctaculo; y creo que todos en algún momento, a veces sin querer, lo hemos hecho. Lo que pasa es que, debido a esto, el público se cree con poder para interrumpir al monologuista que en ese momento está con su texto y no necesita esa intervención, pero cada uno lo sobrelleva como sabe y puede.

– Vamos con mi mantra en distintos medios, Chely: ¿Vivimos una edad de oro de la comedia, de los monólogos?

Pues te diría que sí, pero ni todo es oro ni todo es comedia. Hay que saber elegir bien dónde vas a pasar la tarde; y si es conmigo, mejor. (Risas). Lo que hacemos es tremendamente difícil y no hay que pensar que todo el mundo puede hacerlo.

– ¿Dónde verte y por qué? ¿Dónde seguir a Chely Capitán?

Ahora mismo estoy en el templo de la comedia: llevo dos años en «El Club de la Comedia». Y me siento muy orgullosa de todos mis compañeros y compañeras. ¿Por qué verme? Porque conmigo rompieron el molde: no soy el estereotipo de nada, pero estoy al día de todas las nuevas tendencias; no hago humor de modernas, pero a moderna no me gana nadie; mi humor no es feminista, pero sí femenino. No soy maestra de nada, pero sí aprendiz de todos. ¡Soy toda una «Wotomami», baby! El espectáculo, por cierto, que está rodando por los mejores teatros del país. ¿Y dónde seguirme? En Facebook, Instagram y TikTok: @chelycapitan.

– ¿Qué significa para ti un templo como «El club de la comedia» en teatros y que dirías del elenco, ahora que no nos oyen?

La primera vez que pisé El Club de la Comedia casi no me lo creía. Dudaba de todo, me sudaban las manos y temblaba. Hoy día sigo igual de nerviosa, pero ya lo disfruto. Para mí es un orgullo estar donde estoy. Me encanta ver a mis compañeros y compañeras y reírme con ellos, aplaudirles, aprender de todos y sanarme el alma con cada chiste. Me siento muchas veces chiquitita a su lado, pero me hago grande en el escenario.

– ¿Has dado con alguna fórmula para la comedia y para crear «Wotomami»?

Pues mira: la «Wotomami» es una mujer descarada y sensual, payasa y real. Las cosas que cuento en este espectáculo es lo que nos puede pasar a cualquier mujer, de la edad que sea, un día con las amigas… Hablo de verdades, de música y de zapatos; de tallas que no entran y de llamar a tu madre. La «Wotomami» es un ser necesario y libre para la sociedad. Siempre en todos los grupos de chicas hay una «wotomami» en potencia: solo hay que rascar un poquito y saldrá solita.

Música, teatro, televisión… ¿La comedia te salvó la vida, como a Ignatius?

Pues casi… Creo que por ahora he estado en todas las cadenas nacionales y también locales. A mis 45 años te digo que me veo con mucha proyección y esto sólo acaba de empezar. La comedia no salvó mi vida, pero llenaba mi nevera. Ahora lleno la nevera y salvo vidas ajenas del ostracismo y del aburrimiento de la vida diaria.

– ¿Y qué decir de tu grupo «Aire», tributo a Mecano?

«Aire» es un regalo que me dio la vida y «Tu cara me suena», de verdad. A veces, se sorprenden de que en mi monólogo no canto, pero es que mi faceta como cantante la tengo totalmente plena con mi «Tributo a Mecano». Y eso no quería hacerlo, pero cada día me da más sorpresas y alegrías. Nacho Lozano y Nico Barrena son mis ángeles de la guarda, mis escuderos valientes que luchan contra molinos; y ganamos la batalla en cualquier escenario.

– ¿Algún lugar de Madrid que recomiendes para inspirarnos?

No te lo vas a creer… Me encanta sentarme en una parroquia que hay cerca de la calle Preciados, Nuestra Señora del Carmen, y disfrutar del silencio y de la paz que fuera no hay. No soy muy creyente -cristiana por obligación, católica por defecto-, pero parroquiana de barrio siempre.

– ¿Reflexión final para los lectores de La Mirada?

Hay que reírse de uno mismo, lo primero; y de la vida, del amor, de un amigo, de una caída, de un desliz, de un buen chiste, de uno malo también… Pero, sobre todo, con respeto y amor a la risa. Si vienes a verme con idea de reírte, te reirás, disfrutarás y te haré partícipe de mi mundo. Dicen que la risa alarga la vida, ¿verdad, Jorge? Pues yo me hago al mes miles de kilómetros para, al menos, regalaros un cuarto de hora de vida.

¡Mil gracias y viva la comedia, «Wotomami»!

@jorgegpalomo

El periodista y comunicador Jorge García Palomo nos presenta a todo tipo de personas genuinas, creativas, curiosas, contingentes y necesarias… Como diría aquel genio, “gente loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo”…  Sí, son “Otras miradas”. Y están entre nosotros.

-> Crédito de imagen: Enfoque Creativo FyD S.L.