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Ava Gardner, ”el animal más bello del mundo”, murió hace 30 años

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Ava Lavinia Gardner nació en una pequeña comunidad rural de Carolina del Norte en Nochebuena de 1922. Su familia era muy pobre, se dedicaba al cultivo de tabaco y algodón. Ava era la menor de 6 hermanos. Al cumplir 13 años, toda la familia se trasladó a Newport News, en Virginia, buscando una vida mejor, pero al no encontrar empleo, tuvieron que ir a suburbio de Wilson (Carolina del Norte).
Por BettyGS

Su padre murió de bronquitis al poco tiempo. A los 18 años, Ava poseía una increíble belleza. Un día de 1941 fue a visitar a su hermana a Nueva York, y el marido de ésta, que era fotógrafo, le hizo algunas fotos que colgó en el escaparate de su estudio de la Quinta Avenida. Un cazatalentos de la Metro-Goldwyn-Mayer llamado Duhan, se fijó en su belleza y decidió ponerse en contacto con ella. Ava, que entonces estaba estudiando secretariado, viajó otra vez a Nueva York para encontrarse con los directivos que la MGM. Salió de la entrevista con un contrato de siete años con la compañía. Entonces dejó sus estudios y se fue a vivir con su hermana. Tuvo que asistir a clases de arte dramático y de dicción (su acento de Carolina del Norte era casi incomprensible.)

Hollywood

Según la ficha que le hicieron cuando llegó a Hollywood, Ava medía 1.70 cm, y sus medidas eran 92-50-92.

En 1942 empezó a interpretar pequeños papeles en multitud de películas de bajo presupuesto, ese mismo año se casa con el actor Mickey Rooney, que presionó a los productores de la MGM para que le ofrecieran más papeles. Un año después se divorciaron. En el 45, Ava volvió a contraer matrimonio con el músico de jazz Artie Shaw, del que se divorció 2 años después. Su gran oportunidad llegó en 1946 con «Forajidos», junto a Burt Lancaster.

Fue entonces cuando se consolidó como protagonista, en los últimos años de la década de los 40 intervino en títulos como «Mercaderes de ilusiones» junto a Clark Gable, «Venus era mujer», «Soborno» y «Mundos opuestos» . Ava se volvió a casar por tercera vez en 1951 con Frank Sinatra, del que estaba profundamente enamorada, pero su relación era muy tormentosa, con celos enfermizos, peleas violentas, borracheras de uno y del otro, e incluso intentos de suicidio por parte de Sinatra. Su relación duró 6 años. Aún así, los dos decían del otro que era el amor de su vida.

La década de los 50 fue la mejor época profesional para Ava ya que participó en grandes películas entre las que destacan: «Pandora y el holandés errante», «Las nieves del Kilimanjaro», «Mogambo», «La Condesa Descalza», «Fiesta» y «La Hora Final». En los 60 actúa en «El angel vestía de rojo», (rodada en Italia, pese a estar ambientada en la Guerra civil española), «55 días en Pekín», «Siete días de mayo» y «La noche de la iguana». Ava se enamoró de España cuando vino a rodar «Pandora y el holandés errante» en Tossa del

Mar (Gerona). Este país fue su refugio durante largas temporadas entre rodajes. Declaró: “De todas las condenadas películas que hice, «Pandora» sea quizás la menos famosa y sin embargo casi nada me ha influido tanto. Esa película cambió mi vida“. En 1955 se compró una lujosa casa en La Moraleja, que convirtió en campamento de fiestas que duraban fines de semana enteros y que incluían corridas de toros, flamenco y mucho alcohol. Aquí se sentía libre. Mantuvo relaciones con los toreros Mario Cabré y Luis Miguel Dominguín. Al régimen político le interesaba la publicidad que la estrella daba en el exterior, así que le permitían cometer ciertos excesos.

A Gardner le resultaba curiosa la acogida en España: «Representaba todo lo que ellos censuraban», explicó, «una mujer, que vivía sola, que estaba divorciada, que no era católica y, además, era actriz». Pero pronto empezó a ser considerada «una amenaza para la sociedad biempensante» y fue vetada en lugares como el Hotel Ritz cuando se trasladó al centro de Madrid, en un piso en el que siguió acogiendo fiestas que molestaron a su vecino de abajo, que era Juan Perón. En 1969 Ava se trasladó a Londres para huir de la presión fiscal española. Allí vivió parcialmente retirada. En este año actuó en el filme «La balada de Tam Lin» (reeditada y lanzada en 1972 con el título «La viuda diabólica»). En los 70 trabajó en «El juez de la horca», «Terremoto» y «El hombre que decidía la muerte». En 1976 rodó junto con Elizabeth Taylor y Jane Fonda «El pájaro azul», primera coproducción en plena guerra fría entre EE.UU. y la ex Unión Soviética, que no tuvo buena acogida en taquilla.

Después trabajó en «El puente de Cassandra» con Sophia Loren y Burt Lancaster, «La centinela,» «Ciudad en llamas» y «El secuestro del presidente». Su último trabajo cinematográfico fue en 1982 en «Regina», con Anthony Quinn, rodada íntegramente en Cinecittá. También trabajó en algunas producciones para la televisión, como «Harem», y en la serie «Anno Domini», y en una nueva versión de «El largo y cálido verano». Su último intervención fue el capítulo piloto de una serie de televisión titulada «Maggie», que no llegó a estrenarse. Padeció un cáncer de útero y se sometió a una intervención donde le practicaron una histerectomía. Murió en Londres de una neumonía a los 67 años, el 25 de enero de 1990.

Curiosidades En la película «La condesa descalza», los publicistas la denominaron «El animal más bello del mundo», desde entonces se la conoció con este apelativo, aunque ella lo detestaba. Ava Gardner coincidió en una ocasión al escritor J.R.R. Tolkien, y resultó que ninguno de los dos sabía por qué el otro era famoso. Fue nominada al Oscar a la mejor actriz en 1953 por «Mogambo» y en 1954 por «La Condesa Descalza». Tras ser operada de un cólico nefrítico, se dice que Ernest Hemingway llevó durante muchos años colgada de su cuello una de las piedras que expulsó Ava de su riñón.

Rechazó trabajar en las películas: «Dulce pájaro de juventud», «La Pantera Rosa» y «El Graduado». Howard Hughes le propuso varias veces matrimonio, pero ella siempre lo rechazó.

Impactó de tal forma al escritor Tennesssee Williams, durante el rodaje de «La noche de la iguana», que éste encadenó una iguana de verdad al porche de su casa y la llamó «Señora Ava Gardner».

Los ascensoristas de Nueva York la eligieron unánimemente como «la chica con la que nos gustaría quedarnos atascados en lo alto del Empire State Building».

Se cuenta que en su vejez, escuchaba en su casa los discos de Frank. Hasta 1945 Ava sólo había leído dos libros: «Lo que el viento se llevó» y la «Biblia». Cuando estaba casada con Sinatra, los fans de Ava consideraban que Frank Sinatra era muy poquita cosa para ella y por ello la prensa le preguntó: «Eh, Ava, ¿qué ves en ese tipo? Apenas pesa 50 kilos». Ava contestó: «47 kilos son de pene»

La Gardner siguió considerando a Frank Sinatra como su propiedad mucho tiempo después de su divorcio, al enterarse de su matrimonio con Mia Farrow, declaró muy enfadada: “Siempre supe que Frank acabaría en la cama con un muchacho”. Durante el rodaje de «Pandora y el holandés errante» inició un romance con el torero Mario Cabré. Éste se enamoró perdidamente de ella y le dedicó varios poemas, como este:

La sencilla igualdad de un mismo tono dió la noche extendiendo sus dominios esperaba una forma de arco iris y el alba en orfeón de pajarillos fue el sueño retenido entre las manos al llegar sobre el aire enternecido. También tuvo aventuras con Luis Miguel Dominguín, Robert Mitchum, Robert Taylor y muchos más. En Tossa de Mar hay una estatua en su honor.

Opiniones de sus amigos y conocidos

«La primera vez que besé a Ava Gardner en el rodaje de Forajidos, tuve una erección». Burt Lancaster «A Ava Gardner parece que la estoy viendo en la Feria de Abril de Sevilla, con aquel hoyo en la barbilla, aquel corte de cara… Nadie como ella para saber estar en un sitio, hasta que dejaba de estarlo, porque bebía demasiado» . Lola Flores

«Las mujeres de medio mundo se arrojarían a los pies de Frank Sinatra, y resulta que Ava pierde la cabeza por un tipo que usa capa y zapatillas de bailarina». Luis Miguel Dominguín

«Esta mujer supone para mí un cambio completo en mi existencia.» Mario Cabré

«Ava Gardner es fácil de retratar aunque haya estado en pie hasta las cinco de la mañana y se haya levantado cuatro horas más tarde». Jack Cardiff (Director de fotografía norteamericano)

«La conocí en el rodaje de «Terremoto». La vi entrar al estudio de grabación con una pamela blanca sobre su cabeza. Tenía 54 años y me quedé maravillada porque todavía era impresionante”. Genevieve Bujold»(Actriz norteamericana)

«Todos mis recuerdos de ella son buenos; no puedo destacar ninguno en especial. Ava ha sido una persona a la que yo he apreciado muchísimo, más de lo que ella pensó». Mario Cabré

«Ava amaba la ginebra, el vodka y a Frank Sinatra». Arlene Dalh (Actriz norteamericana)

«Ava era encantadora, una auténtica reina de la pantalla realmente exitante; maravillosa de contemplar y con unas piernas adorables. Cuando pasa por la pantalla te dan ganas de dejarlo todo y seguirla». George Cukor

«A los 23 años ya era una mujer como para morir por ella. La conocí durante cuarenta años y siempre me sorprendía… Quizá bebía más de la cuenta, pero en el trabajo nunca vi ningún indicio de alcohol. Nunca llegaba tarde, siempre sabía su diálogo y siempre fue disciplinada». Gregory Peck

«Ava era una persona de una extraordinaria calidad humana. Como belleza física está claro que nunca tuvo discusión, pero lo que mucha gente no sabe es que tenía tanta belleza moral como física. Desprendida y generosa, el dinero no contaba para ella. Eso sí era irritable y caprichosa. Tenía que tener lo que quería en el momento que lo quería, y cuando se le llevaba la contraria era imposible. Se guiaba por sus impulsos, no pensaba con la cabeza, pero no porque fuera tonta, sino porque era así, instintiva. Tenía un caracter muy fuerte, aunque a los cinco minutos se le había olvidado completamente lo que le había hecho saltar. Ava también era muy amiga de sus amigos, con una lealtad inmensa. Se daba íntegra, no tenía frenos ni trabas. Además era una mujer que siempre iba al natural, pues no le daba la menor importancia a la belleza. No se maquillaba practicamente, no necesitaba nada.

Otro factor importante de su forma de ser era su recuperación física. Tan tremenda que con una hora de sueño estaba dispuesta a trabajar diez horas seguidas. Además, no veía el riesgo en nada. Toreó conmigo al alimón alguna vez en Villapaz, como si nada. Ava era indiscutiblemente una fuerza de la naturaleza». Luis Miguel Dominguín

«Después de sufrir la apoplegía, creo que no podía soportar que alguien la viera. Un día la llamé por teléfono y le dije que quería hablar con la verdadera Ava. Ella me contestó: «Está muerta»». Arlene Dahl (Actriz y mejor amiga de Ava)

Fuentes: http://es.wikipedia.org

http://www.elmundo.es http://www.alohacriticon.com http://www.biografiasyvidas.com http://robertoggarcia.zzl.org http://biotelevision.es www.erroreshistoricos.com http://mitallerdeempleo.freehostia.com