Armando Manzanero, murió el rey de la canción romántica
Estos días, más allá de las dificultades que encuentren las autoridades mexicanas para hacer homenajes en un país desbordado por la pandemia, Armando Manzanero será homenajeado por los enamoradas y enamorados anónimos, los ciudadanos de a pie, que tomen sus palabras para canalizar sus sentimientos y decirle “te amo” a alguien. Sin vergüenza y con poesía, como aprendimos de él.
“Contigo aprendí/ Que existen nuevas y mejores emociones/ Contigo aprendí/ A conocer un mundo nuevo de ilusiones”. ¿Quién no puede cantar al menos unas estrofas de Contigo Aprendí, Somos Novios, Nos Hizo Falta Tiempo, Por Debajo de la Mesa o No sé Tú? Armando Manzanero, el autor de esas y otras 600 canciones de amor y boleros, murió ayer en México a los 85 años tras haber estado internado por coronavirus, y su legado vivirá en su país, en el resto de América Latina y en la industria musical que lo reconoce como un pionero y un par.
Nacido en la península de Yucatán en 1935, Manzanero compuso su primera canción a los 15 años y su última aparición pública fue en un homenaje que se le hizo el 11 de diciembre pasado, por lo que tuvo una vida pública extendida a lo largo de 70 años. Grabó más de treinta discos y se mantuvo activo hasta el final. Sus canciones han sido interpretadas por Chavela Vargas, Elvis Presley, Julio Iglesias, Luis Miguel y Tony Bennett y se ha presentado en dúo con una amplia variedad de artistas, entre ellos los locales Alejandro Lerner y Nacha Guevara.
“Percibí como nunca que Armando Manzanero era un hombre del pueblo, por eso lamento muchísimo su fallecimiento”, dijo el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, al conocerse la noticia. “Nuestro abrazo por esta pérdida tan lamentable para el mundo artístico. Y ya no quiero seguir con esta rueda de prensa, se termina”, agregó luego de pasar el video de la canción Adoro.
Por su parte, la secretaria de Cultura de México, Alejandra Frausto, confirmó que el Estado nacional le rendirá homenaje en el Palacio de Bellas Artes cuando la pandemia lo permita. El Palacio es el lugar en que se han despedido a grandes personalidades que vivieron en México, como Chavela Vargas, Gabriel García Márquez, Juan Gabriel, Octavio Paz o Frida Kahlo.
Manzanero era más que un cantautor. Para la investigadora María del Carmen de la Peza, que se doctoró en Filosofía en la Universidad de Loughborough con una tesis sobre el bolero, este género ha tenido un lugar destacado en la educación sentimental del pueblo mexicano desde la década de 1930 hasta la fecha.
El bolero, que circula además en el cine y la televisión, “claramente participa y contribuye a formar este sujeto escindido, tironeado por dos morales: la del amor-pasión y la del matrimonio”, escribió. Es en esa díada, en esa tensión entre lo ardiente y lo estable, que estas canciones ayudaron a forjar los ideales amorosos de muchas personas en México y también en el resto de América Latina.
Para De la Peza, estudiar al bolero permite entender mejor el lenguaje y la cultura de su país. Considerado como un género menor durante mucho tiempo por gran parte de la academia, la investigadora destaca el uso performativo del bolero. “En ocasiones se lo utiliza como una forma del discurso amoroso, emitido siempre en primera persona: el enamorado, quien transita por los más variados estados y sentimientos. Celos, inseguridad, pasión, despecho, alegría, tristeza. El destinatario del bolero es generalmente el ser amado”.
Manzanero alcanzó el status que todos los artistas populares buscan y muy pocos consiguen, el de ser alguien que compuso muchas canciones que nos sabemos todos. Vimos y escuchamos algunos de sus clásicos en boca de mariachis, en la voz de Luis Miguel y en muchas pero muchas telenovelas. Esto no es casual, ya que Monsiváis define a las telenovelas como un melodrama que se extiende en el tiempo a partir de la serialidad.
En el capítulo final de Yo soy Betty, la fea, una de las telenovelas más exitosas de todos los tiempos, Colombia se detuvo para poder ver el desenlace. Después de 335 horas de amor y mucho pero mucho sufrimiento, Beatriz Pinzón Solano se casó finalmente con don Armando Mendoza, su jefe y enamorado. Y allí en la iglesia, sentado a su piano, estaba otro Armando, Manzanero. Antes de dar inicio a la ceremonia religiosa, les dio el gusto de tocarle Somos Novios.
La presencia de Manzanero en esa telenovela tan latinoamericana y tan global (se vio en 180 países y se adaptó en 25) no fue casual ni azarosa. Llegó en un momento en el que su nombre ya se había consolidado, tras cuatro décadas como compositor y después de la inyección de energía que le significó producir y aportar canciones para Luis Miguel. El álbum Romance, de 1991, vendió siete millones de copias y logró reposicionar al bolero como género. A ese álbum le siguieron Segundo romance, en 1994, Romances en 1997 y Mis romances, de fines de 2001. Cada uno de esos éxitos le dio nueva vida a canciones escritas décadas antes.
Antes de Betty, las canciones de Manzanero habían aparecido en una serie de telenovelas, como Corazón Salvaje, Mirada de mujer, Apasionada, Tentaciones y, sobre todo, Nada Personal, de 1996. Fue un ciclo que le dio una vuelta al género, por los temas que tocaba (la historia empieza con un policía asesinando a su mejor amigo y a su hija de trece años) y por la manera en la que fue filmada. Emitida en TV Azteca, fue una tira muy exitosa y Manzanero compuso y cantó su cortina junto a Lizzet. Más atrás en el tiempo, trabajó incluso en cine con Palito Ortega: es uno de los protagonistas de Corazón Contento, de 1969.
El guionista Marcelo Camaño, autor de telenovelas como Vidas Robadas y Montecristo, está trabajando en un proyecto para la Televisión Pública en el que uno de sus personajes es devoto del bolero y de Manzanero. “El bolero es irrespetado dentro del mundo musical como la telenovela lo es dentro del mundo audiovisual, como si hablar de amor fuera de otra época”.
En 2014 Manzanero vivió el momento consagratorio de su carrera. Fue cuando la Academia Nacional de Artes y Ciencias de la Grabación de Estados Unidos lo distinguió con el premio a la Trayectoria Artística en la misma ceremonia que sus ídolos, Los Beatles. En una entrevista habló acerca de la persistencia del bolero como género. “Por supuesto que va a sobrevivir, porque hay una cosa muy importante para nosotros los latinoamericano. Mientras las parejas se necesiten decir ´te amo´, no se lo van a decir con reggaeton”.