Pablo Neruda, el gran poeta del amor murió ¿envenenado? hace 50 años
“Puedo escribir los versos más tristes esta noche”, es el comienzo del Poema 20, una de las creaciones más citadas de Veinte poemas de amor y una canción desesperada, la obra más famosa del poeta.
Manuel Vega
Cuando uno habla de poetas, Neruda ocupa el lugar más destacado en la historia contemporánea de la poesía. Independientemente de su ideología política, en la que no voy a entrar, su talento es indiscutible se piense como se piense.
Son muchos los que escriben lo que ellos llaman poesía, pero en la mayoría de ellos lo que me queda después de leerlos es que están más haciendo terapia personal que escribiendo un poema. No basta con escribir en líneas cortas y largas.
La obra de Neruda es gigantesca e imposible de resumir en un artículo. En ella se puede encontrar lo multifacético de su creación que continuamente se debate entre el vanguardismo y la simpleza, así como entre la desesperanza y el canto a la vida. En definitiva, independientemente de lo que se escoja de su obra para leer, es imposible no saber lo que, en literatura, define la categoría de lo escrito como poesía.
Un viajero incansable y su paso por España
Fue hijo único del matrimonio formado por el conductor de ferrocarril, don José del Carmen Reyes Morales y por la maestra doña Rosa Basoalto, quien muere dos meses después del nacimiento del poeta. A los dos años, éste se va a vivir a la ciudad sureña de Temuco y En 1921, Neruda se traslada a Santiago.
En 1927 el poeta es designado por el gobierno de Chile como Cónsul en Rangoon, Birmania. Posteriormente es trasladado a Colombo, Ceilán, y luego a Batavia, Java, donde contrae matrimonio con María Antonieta Hagenaar Vogelzanz. En 1931 es nombrado cónsul en Singapur.
La carrera consular de Neruda lo llevó a residir en varios países del Extremo Oriente como Birmania, Sri Lanka, Java y Singapur, y, entre los años 1934 y 1938, en España, donde se relacionó con Federico García Lorca, Rafael Alberti, Vicente Aleixandre, Gerardo Diego, Miguel Hernández y otros de los componentes de la llamada Generación del 27. Durante su estancia en Madrid fundó la revista Caballo Verde para la poesía, una publicación que tomó partido por una «poesía sin pureza» y en 1937 escribió España en el corazón.
a Neruda le tocó vivir uno de los momentos más difíciles de la historia de su país. Tras su muerte, sus poemas le han vuelto inmortal. Como él mismo dijo en uno de ellos: «No crean que voy a morirme. Sucede que voy a vivirme»
Julio Cortázar, otro genio de la lírica escrita en castellano, lo definió de este modo: «Neruda nos devolvía a lo nuestro, nos arrancaba de la vaga teoría de las amadas y las musas europeas para echarnos en los brazos a una mujer inmediata y tangible, para enseñarnos que un amor de poeta latinoamericano podía darse y escribirse hic et nunc, con las simples palabras del día, con los olores de nuestras calles, con la simplicidad del que descubre la belleza sin el asentimiento de los grandes heliotropos y la divina proporción».
El reconocimiento internacional a su trabajo tuvo sus frutos en 1971, cuando se le concedió el Premio Nobel de Literatura. El año anterior, Pablo Neruda había renunciado a la candidatura a la presidencia de su país en favor de Salvador Allende, quien lo nombró poco después embajador en París. Dos años más tarde, aquejado de cáncer de próstata, Neruda regresó a Chile y falleció en Santiago el 23 de septiembre de 1973, profundamente afectado por el reciente golpe de Estado perpetrado por el general Augusto Pinochet, que doce días antes había derrocado a Allende.
Una muerte discutida y todavía no resuelta
El que fue chófer del poeta Pablo Neruda, Manuel Araya Osorio, falleció el pasado mes de febrero a los 77 años en Chile, a causa de un accidente cardiovascular.
En 2011, Araya aseguró en una entrevista a la revista mexicana Proceso que la muerte del escritor, en 1973, no fue por causas naturales, sino que fue un homicidio por envenenamiento. Su declaración abrió una indagatoria judicial que lleva 13 años abierta y que ha pasado por las manos de dos jueces, Mario Carroza y Paola Plaza, y ha convocado a tres paneles de expertos científicos.
Neruda en la clínica Santa María de Santiago, 12 días después del golpe de Estado que lideró Augusto Pinochet y que derrocó al presidente socialista Salvador Allende. Durante casi 40 años, la causa oficial de su muerte fue el cáncer de próstata con metástasis que lo afectaba, hasta que surgió el testimonio de Araya, quien ha sido la única persona que ha asegurado en el expediente judicial que el poeta fue asesinado a través de la inoculación de una sustancia química.
Pero en 2017, un segundo grupo de expertos, esta vez provenientes de distintos países, encontró la presencia de Clostridium botulinum en un molar del Premio Nobel de Literatura.
Dos jueces y tres paneles científicos han indagado durante más de una década en las causas de la muerte del poeta. La última investigación ha anunciado que no llegó a un consenso, aunque el sobrino del Nobel afirma que demuestra que el poeta fue envenenado