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Matteo Messina, líder de la Cosa Nostra detenido. Así es la mafia siciliana

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Tras 30 años en fuga, el capo Matteo Messina fue capturado este 16 de enero en Sicilia. Los detalles de su detención ya han sido muy difundidos y ahora queremos entrar más en el personaje y relatar la mafia de este personaje, poco conocido y que llevaba las tres últimas décadas buscado por todos los crímenes cometidos.
LMN

Le apodan «Diabolik» y es descrito como «un hombre extremadamente peligroso».

Se le considera uno de los líderes de la Cosa Nostra, una de las mafias más conocidas de Italia y que fue representada en la saga de películas de El Padrino.

La palabra mafia se deriva del adjetivo siciliano mafiusu, traducible como «arrogante» o «audaz».

El poder de las mafias italianas reside en el control y explotación de territorios y comunidades. Los conceptos de familia, poder, respeto y territorio son cruciales para entender sus dinámicas.

Según la agencia de seguridad europea Europol, son capaces de manipular elecciones e infiltrar sus miembros en posiciones administrativas incluso fuera de los territorios que controlan.

Algunas mafias italianas operan de manera global, en competencia con otras como la rusa, la china y la albanesa.

Y algunas veces estas bandas coordinan sus crímenes y comparten el botín.

Orígenes del capo

Los Messina Denaro fueron los guardeses durante años de la familia D’Alì, propietarios de la Banca Sicula (Antonio, uno de los hijos, fue también senador de Forza Italia y secretario de Estado del Ministerio del Interior). Hoy el capo es el último eslabón en libertad de una organización que sembró el caos en Italia y desafió al Estado con una tormenta de plomo y sangre jamás vista.

Los Corleoneses se fiaron de él para poner a salvo gran parte de la fortuna amasada. También para custodiar los secretos más preciados del archivo de Riina sobre la promiscuidad con los Gobiernos y las famosas negociaciones.

En su viaje al final de la noche tuvo la protección de decenas de hombres del Estado y sufrió todo tipo de vicisitudes. Incluso un cambio de moneda poco favorable en enero de 2002.

Don Ciccio, el padre de Matteo Messina Denaro, apareció muerto el 30 de noviembre de 1998 en un bosque de Castelvetrano. Después de ocho años fugado, falleció a causa de un infarto, un privilegio para los de su estirpe en aquellos tiempos. Su hijo vivía ya entonces escondido con él. Le adoraba. Decidió vestirlo de punta en blanco y abandonar su cadáver impoluto para que la policía lo recogiese.

Una forma de respeto y la única manera de que la familia pudiese honrarlo y celebrar un funeral. Pero también la última burla al Estado y a su incapacidad para encontrarle durante todo aquel tiempo. Cada año, Il Giornale di Sicilia publica puntualmente una esquela que siempre termina con la firma: “I tuoi cari [tus seres queridos]”.

Nadie duda de quién la encarga. Al principio eran más largas, citaba a los poetas y filósofos griegos que adora. Hoy sigue pagándola anualmente, pero se han vuelto más sencillas y escuetas. Dicen en los despachos que es porque el cerco aprieta. Pero es la misma canción desde hace casi tres décadas.

Cosa Nostra

Las pandillas sicilianas establecieron el modelo para otras mafias. Comenzaron por impartir justicia local en el siglo XIX y a partir de aquello fueron creciendo en poder y sofisticación.

La Cosa Nostra, que significa «nuestra cosa», es considerada la mafia original basada en clanes familiares.

Es famosa por la «omertá», un código de silencio para mostrar total lealtad. A quien no lo cumple se le considera traidor y corre el riesgo de ser torturado o ejecutado. El incumplimiento puede deparar castigos a familias enteras.

Se dice que Matteo Messina, escondido durante tres décadas, seguía dictando órdenes a sus subordinados a través del sistema pizzini, dejando pequeñas notas de papel dobladas debajo de una roca en una granja siciliana.

Muchos sicilianos odian a estos clanes familiares por el «pizzo», una forma de extorsión a los comerciantes locales por parte de las mafias italianas que camuflan como dinero de «protección».

La Cosa Nostra ganó notoriedad en Estados Unidos al volverse una fuerza del crimen organizado en Chicago y Nueva York. Se constituyó como la mafia italiana por antonomasia.

Acumuló bastante poder vendiendo alcohol durante los años que estuvo prohibido en la década de 1920.

Sus negocios principales en los últimos años han sido el tráfico de estupefacientes, el vertimiento ilegal de desechos tóxicos y lavado de dinero.

Según datos del FBI, se estima que la Cosa Nostra y los otros tres grandes grupos—la Camorra, ‘Ndrangheta y la Sacra Corona Unida— tienen alrededor de 25.000 miembros en total.

Sin embargo, Anna Sergi, investigadora experta en mafias de la Universidad de Essex en Reino Unido, advierte a BBC Mundo que cualquiera de estos datos son puras estimaciones dado que se trata «de organizaciones secretas con membresías secretas».

La Cosa Nostra estuvo en guerra con el Estado italiano durante el reinado del líder Salvatore «Toto» Riina.

En mayo de 1992 los hombres de Riina detonaron un bomba que mató al fiscal Giovanni Falcone, su esposa y tres guardaespaldas.

Dos meses después, sus hombres volvieron a atacar, y asesinaron al reemplazo de Falcone, Paolo Borsellino y a cinco de sus guardaespaldas con otra bomba.

Riina murió en 2017, a los 87 años, mientras cumplía una condena de 26 cadenas perpetuas por homicidio.

Tanto la sociedad como las autoridades italianas han luchado contra la Cosa Nostra con tesón en los últimos años.

Un grupo antimafia llamado Libera Terra coordina nuevos negocios, incluidos hoteles, con el dinero y propiedades embargados a la mafia.

Y la policía, en su cerco al recién arrestado Matteo Messina, capturó en los últimos años a varios de sus allegados, confiscó muchos de sus negocios y aisló cada vez más al capo.

Tanto la Cosa Nostra como la Camorra, la mafia napolitana, han sido fuertemente debilitadas por la policía en las últimas décadas.