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Leonor jura la Constitución en el mejor momento de la monarquía

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Recogemos lo más importante de la que ha sido una jornada muy importante para nuestro país y su futuro y para la propia monarquía. Leonor estuvo brillante en cada una de sus intervenciones.
LMN

España, Madrid y el Congreso de los Diputados acaban de vivir un momento histórico. Se acaba de establecer una relación entre la Princesa de Asturias y las Cortes Generales, representantes de la voluntad popular.

La Heredera ha jurado la Constitución en el mismo escenario en el que su padre lo hizo el 30 de enero de 1986 y ante el mismo ejemplar de la Carta Magna que utilizó Don Felipe.

El acto del juramento

La Princesa Leonor, con voz firme, clara y tranquila, ha mirado a la Constitución y ha dicho: «Juro desempeñar fielmente mis funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes, respetar el derecho de los ciudadanos y de las Comunidades autónomas y fidelidad al Rey». Una vez terminado el juramento, Armengol se dirigió a la Princesa y le recordó que en 1986 fue Gregorio Peces-Barba quien acompañó a su padre en un día como este y que ahora ha sido ella la que tenía este honor: «Las Cortes Generales acaban de recibir el juramento que Vuestra Alteza ha prestado, en cumplimiento de la Constitución, como Heredera de la Corona. ¡Viva a la Constitución! ¡Viva España! ¡Viva al Rey!».

Los diputados y senadores acompañan en un estruendoso aplauso a la Princesa, que acaba de jurar la Constitución. Sus padres y su hermana, orgulloso, se unen al aplauso. Ella se muestra satisfecha y sonriente tras este acto tan importante en su vida como futura Reina.

Lo que nos dijo después del juramento

«Al cumplir hoy 18 años, y alcanzar la mayoría de edad, he prestado el juramento previsto en nuestra Constitución. He jurado desempeñar fielmente mis funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes, respetar los derechos de los ciudadanos y de las comunidades autónomas, así como fidelidad al Rey. Me he comprometido solemne, formal y públicamente con nuestros principios democráticos y con nuestros valores constitucionales, que asumo plenamente. Y he contraído una gran responsabilidad con España ante las Cortes Generales, que espero corresponder con la mayor dignidad y con el mejor ejemplo».

 Sus palabras al recibir el Collar de la orden de Carlos III

«Quiero agradecer al Sr. Presidente del Gobierno y a las Sras. y Sres. ministros que me hayan ofrecido el Collar de la Orden de Carlos III, una distinción tan vinculada al servicio del Estado y a nuestra monarquía parlamentaria. Desde hoy incorporo su valioso lema —virtud y mérito— a mi condición de Princesa de Asturias y heredera de la Corona. Gracias también, Sra. Presidenta del Congreso de los Diputados y Sr. Presidente del Senado, por concederme las medallas de las cámaras que me unen, desde este día tan trascendente, a las instituciones que representan al pueblo español, titular de la soberanía nacional».

Leonor, garantía de estabilidad

Manuel Vega

Estamos viviendo unos meses o unos años que no podemos calificar de ejemplares y plácidos con momentos que nos llevaban por caminos que podían desembocar entre generaciones y entre diferentes ideas políticas a algo cercano al odio. Hoy, la jura de la Constitución de la princesa Leonor me ha llevado a pensar que tal vez el futuro sea más amable.

La monarquía ha pasado por momentos muy delicados en los que muy pocos se atrevían a posicionarse junto al Rey Emérito. Empezaron a salir informaciones que le colocaban en un lugar que, en este momento, no quiero calificar.

Su hijo Felipe tuvo unos primeros años muy difíciles en los que tuvo que hacer gestos y decir muchas cosas para demostrar que él era otro, que su forma de ser y pensar nada tenía que ver con su padre. Se casó con una mujer de clase media que los más negativos calificaron despectivamente de “plebeya”.

Para mí, Leticia, ha sido y es el eslabón fundamental de la actual familia real. Su educación, incluida su infancia, adolescencia y crecimiento profesional, nada tienen que ver con lo que conocíamos de las familias reales. A Leticia hay que reconocerle su importancia en este cambio que aprecia la mayor parte de la sociedad y que ha dado a la familia real ese conocimiento de la vida que todos los demás mortales conocemos y sufrimos o disfrutamos.

Dicen los más sabios que la empatía se tiene de nacimiento. Si no se nace con ella no es posible adquirirla y la actual familia real ha demostrado, desde su comienzo en la Jefatura del Estado, que han nacido con ella porque lo demuestran en cada ocasión.

No soy monárquico, pero tengo que reconocer que nuestro régimen político, una democracia parlamentaria, Leonor se está convirtiendo en un fenómeno que ya es conocido como “leonormanía” y son cada vez más los jóvenes que se apuntan al movimiento y me he dado cuenta que es algo que me alivia. Por ellos y su futuro, naturalmente.

Espero, como he titulado este texto que Leonor sea como apreciamos en sus palabras esa garantía tan necesaria que es la estabilidad para una sociedad más feliz.