¿Elegimos bien el colegio de nuestros hijos?
Los colegios e institutos abren sus plazos de matriculación y a las familias les surge la duda de qué centro educativo es el más adecuado. La propuesta de nuestra zona de cobertura es amplia y diversa, pero ¿elegimos bien el colegio de nuestros hijos?
Andrea Romero
¿Va a ser nuestro día a día cómodo para todos?
Es importante que la jornada escolar encaje con nuestros horarios, saber si podremos dejarlos antes, recogerlos más tarde, extraescolares, etc. Que este cerca de casa puede ayudar también a que nuestros hijos tengan más independencia según crecen.
¿El modelo educativo está en consonancia con la educación que queremos?
Hay centros más tradicionales, otros trabajan por proyectos más rígidos, flexibles, con más o menos deberes o con deberes más repetitivos u orientados a estimular la motivación. La entrevista con el cole puede ayudarnos a entender cuál es su proyecto.
¿El ideario del cole está a juego con el de casa?
Si no somos creyentes quizá un colegio religioso no sea la mejor opción. Si lo somos, hay que valorar cómo de importante es para nosotros que el cole sea religioso.
¿Atienden a los niños con necesidades educativas?
Esta pregunta parece obvia si ya sabemos que nuestro peque tiene hipoacusia, dificultades de aprendizaje o altas capacidades pero es interesante preguntar cómo. En este sentido, es importante saber si tienen equipo psicopedagógico.
¿Cómo de importantes son los idiomas?
Los idiomas son una necesidad y una buena enseñanza es importante, más en el caso de familias bilingües o que se trasladan mucho.
¿Y el nivel académico?
Es importante pero no lo es todo. Podemos echar un ojo a los accesos de selectividad o las pruebas de primaria pero hay que tener en cuenta que fac- tores como la competitividad o la atención a la diversidad pueden afectar estos rankings.
Luego hay aspectos relacionados con la comunidad educa- tiva y no tanto con el colegio pero que también son importantes. Un entorno en el que se sientan cómodos y felices va a favorecer su desarrollo emocional y a facilitar el académico. Escuchar a nuestros hijos también es importante, sobre todo si nos dicen que quieren cambiar o si ante una propuesta de cambio, no hay resistencia. Ellos saben mejor que nadie si están a gusto o no.
Andrea Romero, Psicopedagoga