Deporte y vida sana

El Real Madrid, un equipo inexplicable, toca el cielo una vez más en Londres

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Es la 15ª. Por ello no es una novedad y va camino de convertirse en una costumbre. ¿Exagero un poco? Pues sí, pero una vez que han pasado unas horas después de oír, ver y leer de todo quedan pocas cosas que añadir.

Es seguro que se deseaba ganar esta Champions más que otras por muchas circunstancias. Empezando porque nadie daba un duro por este equipo que se había quedado sin Benzema, el último “galáctico” y el máximo goleador de la temporada anterior, y de buenas a primeras, sin empezar la temporada, sin el núcleo en la defensa titular por las lesiones de larga recuperación de Militao, Alaba y Courtois, el mejor portero del mundo para muchos. Cuatro jugadores fundamentales y sin recambio contrastado.

Pero seguía Ancelotti, el verdadero artífice de, no la reconstrucción del equipo, si no de dar a los que seguían algo tan difícil de conseguir y es esa mentalidad ganadora, transmitirles lo que ya para siempre pertenecerá al Real Madrid, esté como esté, jueguen los que jueguen: esta camiseta y este escudo son especiales y únicos.

La famosa frase de Juanito, que ningún seguidor olvidará nunca “90 minuti en el Bernabéu son molto longo” hay que elevarla a que cualquier partido contra el Real Madrid. Nadie lo puede dar por ganado hasta el pitido final. Y lo viene demostrando de hace un tiempo con los casos últimos con el Manchester City y con el Bayern.

Ayer en Wembley el Dortmund nos lo hizo pasar mal, comiéndonos las uñas, durante casi un tercio del partido. Los blancos no estaban bien y los alemanes pudieron meter más de un gol. Hasta que llegó la magia, esa magia que no abandona al equipo y la cabeza de Carvajal, en un corner, el más bajito en una jugada de altos, obró el milagro. Y a partir de ahí el equipo alemán desapareció y el Real Madrid demostró que cuando la mente juega no tiene enemigo. Los comentaristas nos dicen cosas inducidas por la psicología y que seguramente son verdad. Lo que sucede en nuestras mentes por los sucesos a los que nos enfrentamos afectan sin duda a nuestra actitud. Y ayer lo vimos con claridad sin mucha explicación.

Quiero mencionar algunas cosas que me han llamado la atención o que vienen a mi cabeza por alguna razón y es, al margen de este pequeño homenaje al club, a todos sus jugadores, un reconocimiento especial a Lunin y a Joselu, que no contaban mucho al principio de esta temporada pero que se han convertido en fundamentales para conseguir esta 15ª Copa de Europa.

Podía seguir escribiendo cosas que no debemos olvidar, como que Nacho, capitán ayer que levantó la “orejona”, Carvajal y Joselu se hicieron hombres y jugadores en el Real Madrid y llegaron al primer equipo y ganar una Champios, algo con lo que sueñan todos los niños que se visten de blanco y que tiene una dificultad enorme y en muchísimos casos es imposible. Y podía también escribir sobre Vinicius y ese Balón de Oro que se merece más que nadie, de la despedida a lo grande Kroos, ese alemán ejemplar…

Pero este texto es sólo un grano de arena en todo lo que ha levantado en todos los medios la hazaña, una más, y por ello termino con un elogio a Carlo Ancelotti y un reconocimiento especial a Florentino Pérez que, pienso, pasará a la historia como el Presidente más laureado. La capacidad de ambos, cada uno en sus competencias, no paran de dar alegrías a los seguidores del Real Madrid, ese equipo inexplicable que hace felices a tanta gente.