Opinión

Alcobendas merece una gestión mejor

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Alcobendas es una ciudad referente por su gestión. Lo ha sido durante décadas y la obligación de sus gestores no es solamente mantener este título, sino incluso mejorarlo. Sin embargo, lamentablemente corremos el riesgo de retroceder en los próximos cuatro años. La causa es la negligencia que ha demostrado el equipo de gobierno de la alcaldesa Rocío García en sus primeros seis meses al frente del Ayuntamiento.

Me refiero a ejemplos de mala gestión como no ejecutar las obras de mantenimiento de los colegios durante el verano a pesar de que ya estaban financiadas. A no ser capaces de prever que la Navidad es en diciembre y retrasar el encendido de las luces en las calles de los barrios. A no llegar a tiempo para convocar las ayudas a la cooperación al desarrollo. A ignorar el grave problema de acceso a la vivienda y dejar morir una ayuda de casi tres millones de euros para rehabilitar edificios.

Estos son solamente algunos ejemplos del desatino del nuevo PP en sus primeros meses al cargo del gobierno municipal. Algunas de estas negligencias pueden no afectar a todo el mundo por igual y vistas por separado pueden no parecer demasiado graves. Pero nos indican claramente que este Ayuntamiento se les está quedando grande. Y esto sí afecta al conjunto del municipio.

Las principales causas de estos fracasos son la falta de humildad y la soberbia. La forma en la que fueron puestos al frente de la política conservadora de Alcobendas -a dedo-, parece que le ha dado carta blanca al nuevo PP para actuar sin escuchar a los que saben. Este partido cuenta (o contaba) en Alcobendas con una serie de gestores experimentados que conocen la maquinaria municipal y no se dejan sorprender por las exigencias de la gestión. Pero el nuevo PP no ha contado con ellos y ahora está pagando la novatada. ¿Es justo que el conjunto de la población y el prestigio de nuestra ciudad sufran las consecuencias de esta soberbia?

La política es algo serio y la gestión de una ciudad puntera de 117.000 habitantes también. Algunos miembros del gobierno que sí cuentan con experiencia (los menos), sí son conscientes de que las cosas no se están haciendo bien y ya están preparando las maletas y despejando sus despachos. No quieren seguir formando parte de un proyecto que no cuenta con ellos.

Esta soberbia no se da solamente en la gestión. También en el discurso. Un alcalde o una alcaldesa lo son para todos los vecinos y vecinas. Para los que les han votado y para los que no. Sin embargo, esta es la primera vez en la historia de nuestra ciudad que las personas que no han votado a la actual alcaldesa (que son mayoría) no son considerados.

Cada acto institucional, y por lo tanto representativo de toda la población, se convierte en un mitin político y en una pasarela para lucimiento de la alcaldesa. Palabras sin contenido ni concreción y muchas imágenes. Puro fuego de artificio.

Alcobendas es exigente y no podrá soportar este ritmo durante cuatro años. Lo saben también en el PP. Alcobendas merece una gestión mejor.

Ángel S. Sanguino

Portavoz del PSOE en Alcobendas