Opinión

El último verano

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Hace ya 35 años que el Dúo Dinámico lanzó la mítica canción “El final del verano”. Desde entonces la canción es en todo un himno a la añoranza de aquellos días en los que éramos más jóvenes y nos tocaba volver a casa.

El verano es un periodo estival de asueto y descanso, pero también de ocio y de buenos propósitos a cumplir para cambiar posibles malos hábitos adquiridos durante el año.

La singularidad de este curso es que asoma en el horizonte el abismo. Y no lo digo yo, sino que lo dicen todos los gurús del capital que trabajan en los foros económicos y que han titulado a éste como “el ultimo verano”. Según lo pronósticos desde el mes de septiembre nada será igual y tendremos que adaptarnos a convivir con circunstancias desconocidas durante varias generaciones.

A pesar de los malos augurios soy de los que piensa que mucho peor no podemos estar, ya que no hay servicio público que funcione en la actualidad de manera normal. No se si han probado a llamar a la Seguridad Social, a Hacienda, a poner una denuncia en una comisaria de Policía o a ir a un hospital. Da todo bastante pena y la sensación general es que todo es absolutamente mejorable. Por supuesto, nuestros gobernantes. Donde voy es que vienen curvas y dependerá de nosotros el saber sortearlas o no.

Decía el periodista y escritor Eduardo Galeano que, en su vida, un hombre puede cambiar de mujer, de partido político o de religión, pero no puede cambiar de equipo de fútbol. Se le olvidó añadir a Galeano nuestro sitio de veraneo ¿Quién olvida aquellos maravillosos años?

En mi caso y gracias a mis abuelos paternos, tuve la suerte de veranear en la ciudad de San Sebastián durante los primeros 30 años de mi vida. De hecho, lo hacíamos en la misma casa donde nació nuestro padre y con unas vistas maravillosas a la playa de Ondarreta. Todos los veranos y siempre que puedo, procuro volver los 14 de agosto para escuchar en directo al Orfeón Donostiarra cantar La Salve y el Agur Jesusen ama en la Basílica de Santa María del Coro. Con este cántico, esta ciudad marinera rinde tributo a la Virgen María en la víspera de su fiesta. Cada vez que escucho estas canciones me emociono y me acuerdo de mi padre, que estará en el Cielo junto a mi abuelo y esperando a escuchar a su Orfeón.

Seguramente cuando lean estas líneas se dispongan a marcharse para disfrutar de sus vacaciones. Bien merecidas las tienen. Hasta entonces, os deseo a todos un Feliz último Verano.

Juan Ussía/Director La Mirada Norte