Cultura y entretenimiento

Diez años sin Amy Winehouse, la voz irrepetible a la que mataron sus demonios internos

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La noche del 22 de julio, Andrew Morris, el guardaespaldas de Amy, declaró que la vio “achispada” pero feliz, cantando y tocando la batería en su habitación. Cuando a las 10 de la mañana del día siguiente fue a comprobar cómo estaba, parecía estar durmiendo. Pero en realidad había fallecido durante la noche. La autopsia demostraría que la causa había sido una sobredosis fatal de alcohol. Se encontraron dos botellas grandes y una pequeña de vodka vacías en su dormitorio.

BettyGS

Una niña prodigio de la música con unos padres decididos a explotar su talento. Una brillante, ingeniosa y talentosa mujer que nos dejó demasiado pronto. Un miembro más del infame Club de los 27 junto a Janis Joplin, Jim Morrison o Kurt Cobain, formando una oscura hermandad de leyendas de la música que por sobredosis, accidente o suicidio murieron prematuramente. Amy Jade Winehouse fue todo eso, pero también fue mucho más.

El éxito llega muy deprisa Nació en Londres, el 14 de septiembre de 1983 y fue una cantante y compositora conocida por interpretar diversos géneros musicales, entre los que destacan el jazz, el rhythm and blues, el soul, el rock y el ska. Asimismo, se la conoce por ser contralto, registro vocal que fue descrito como «acústicamente poderoso» y capaz de expresar «sus emociones profundamente».

Su padre era taxista y su madre farmacéutica y en su familia se respiraba música y una devoción por Frank Sinatra. Amy creció con Sinatra y tanta era su admiración que a su primer disco, en 2003, le nombró “Frank”. Costó un poco, pero se colocó el primero de los más escuchados en el Reino Unido.

El 30 de octubre de 2006, Winehouse publicó su segundo álbum, “Back to Black”, que supuso su salto ya indiscutible a su fama mundial, siendo nº1 en muchos países, incluidos los EE UU. La revista Rolling Stone dijo que, en este álbum, Winehouse desprendía la fuerza de los intérpretes de indie y de hip hop. La revista anglosajona People afirmó que, «Back to Black es un disco mejor cada vez que lo escuchamos». The New Statesmen remarcó que este segundo trabajo era mejor que el primero, refiriéndose a él como «un impresionante trabajo de soul».

En la edición del 2009 de los Récords Guinness entro en su lista por la mayoría de premios Grammy ganados por una artista británica, tras los que las ventas de Back to Black aumentaron, alcanzando el número dos del Billboard 200.

Múltiples premios en todos los festivales en los que se reconocía lo mejor de la música y a sus intérpretes, unido a todas las opiniones y alabanzas de músicos y expertos de reconocimiento mundial hace que, todavía tan joven, Amy entre en la historia de la música como una de las artistas más relevantes del siglo XXI.

27 años al límite

La verdadera tragedia es que a Amy lo único que le importaba era crear música, aunque ella misma no fuera consciente de su talento, pero no pudo evitar que una espiral de

autodestrucción terminara impidiéndoselo. Su actitud durante sus últimos meses de vida fue un grito de auxilio constante.

Su breve relación con Blake Fielder-Civil, uno de sus primeros novios, el hombre roto fue el que la arrastró a la oscuridad en la que ya estaba él. El arma torturada del joven también inspiró muchos de los temas de ‘Back to black’, la que siempre se ha considerado la obra maestra de la artista.

Tras varios ingresos en rehabilitación, en el verano de 2010 parecía totalmente recuperada. En sus conciertos se la veía en forma. Hacía yoga. Y parecía haber dejado la bebida. En los siguientes meses alternó etapas de sobriedad con fuertes recaídas.

En enero de 2011, tras actuar en un festival en Brasil –su primer concierto entero desde 2008–, la cantante confesaba a su padre que llevaba más de dos semanas sin beber. Pero su regreso a Inglaterra supuso también su regreso a viejos hábitos.

Abucheos durante un show en Dubái, el arresto de su exmarido por robo y posesión de armas y varios ingresos en el hospital por complicaciones en su proceso de desintoxicación fueron golpes duros para una artista que seguía ahogando sus problemas en alcohol.

Su muerte fue un trágico accidente que, por desgracia, parecía una cuestión de tiempo que ocurriera. Gracias al esfuerzo de su familia y de proyectos como el oscarizado documental ‘Amy’, la figura de la polémica artista se ha humanizado en los últimos años y su talento ha terminado por fin imponiéndose a sus excesos.

Nos ha quedado su música y sólo es necesario escuchar “Black to black” para que nos olvidemos de su vida atormentada y disfrutemos de esa voz irrepetible y emotiva, capaz de comunicar las emociones de sus canciones